lunes, 15 de noviembre de 2021

El Precio de la Libertad

Sociocultura

¿Saben ustedes? Eso de acuñar un término siempre es algo que me gusta. En primer lugar porque da rienda a suelta a mi creatividad y en segundo lugar porque me permite expresar términos, ideas y estructuras complejas que se encuentran en mi prodigiosa mente de forma que sea comprensible para mis interlocutores, lectores o público. Y hoy, para poder responder a una de las preguntas que se me han hecho por redes sociales [buen momento para recordarles que abro buzón de sugerencias a menudo para que me propongan cosas de las que hablar] he decidido presentarles un nuevo término que ustedes quizá piensen que ya existe, pero no es así (no al menos de la forma que yo lo voy a definir). Se trata, ni más ni menos, que del concepto de Sociocultura. Pero antes de explicarles qué es, qué significa, o cómo he llegado hasta él, deben ustedes saber lo más importante, que es por qué he llegado hasta él. Y por eso vamos a empezar. 

Resulta que en el buzón de hoy venía juguetón y una de las peticiones que se me ha hecho es que de mi opinión sobre la suciedad (haciendo un no muy sutil juego de palabras con Sociedad). No es la primera vez que esta misma persona me hacía esta petición, pero anteriormente siempre había optado por no responderla debido a que la repulsa a la Sociedad suele ser algo que se manifiesta eminentemente durante la adolescencia y con el paso del Tiempo se termina diluyendo como un azucarillo. Es por esto que, generalmente, no suelo responder a peticiones que se encuentran ligadas a ciertos grupos de edad o momentos estacionales de la vida, en este caso la floreciente primavera que ustedes conocen como adolescencia. Pero haré una excepción esta vez. Y la haré por una simple razón: podré explicar de forma definitiva qué es la Sociocultura.

Para empezar, en alusión a quien hizo la petición debo decirle que la progresión natural de este tipo de situaciones es ver la Sociedad siendo niño, sentir repulsa hacia ella siendo adolescente, querer cambiarla siendo joven y finalmente darse cuenta de que esto no es posible siendo adulto. Aunque hay quienes se quedan en una u otra fase toda su vida. Hay quienes viven queriendo cambiarla hasta que les llega su hora. Hay quienes mueren sintiendo un profundo odio hacia ella. Hay quienes se pasan toda su vida analizándola. Y por supuesto lo más normal es desaparecer de este mundo habiendo perdido todo interés en ella, ya sea por cambiarla o por entenderla.

Yo, desde mi posición de inmortal, solo puedo decirles que he tenido muchas vidas para experimentar, y en varias de ellas sentí aquello que siente el que odia a la sociedad. Hasta que alcancé nuevas cotas de entendimiento y trascendí la Sociedad, de la misma forma que he trascendido toda Política y Cultura. He logrado un conocimiento superior que me ha llevado a la Verdad. Y la Verdad me ha hecho libre. En lugar de dar una opinión (yo no doy opiniones, solo hechos) permítanme explicarles algo...

Hay una idea fundamental con la que ustedes deben familiarizarse y recordar para poder seguirme y entender lo que voy a decir a continuación: la Sociedad es la respuesta lógica de la especie humana al Libre Albedrío. Teniendo esto en mente, voy a empezar por hacer unas breves aclaraciones. 

Lo primero que quiero hacer es distinguir las sociedades humanas de aquellas que existen en el reino animal. Porque como ustedes sabrán hasta los organismos vivos de menor orden y complejidad como los insectos se organizan en esquemas sociales de castas biológicamente hablando. De igual forma animales más desarrollados como los mamíferos, aves y demás presentan estructuras sociales de diverso tipo, entre las que pueden destacarse, por ejemplo, las de corte matriarcal que vemos en varios grupos de mamíferos. Algunos animales de mayor desarrollo pueden incluso llegar a la práctica de la "guerra", aunque no soy especialmente partidario del uso de este término para designar a los enfrentamientos violentos y prolongados del reino animal porque lo que designa el concepto de guerra no se corresponde del todo con lo que sucede entre los animales y designa por lo general conflictos humanos con componentes diferentes a los del reino animal. 

Pero en cualquier caso, las sociedades animales tienen una diferencia sustancial con respecto a las humanas, y es que para los animales la cultura es irrelevante. 

Las sociedades animales responden a los instintos y la cobertura de las necesidades, sobre todo en las etapas cruciales del desarrollo. Las sociedades humanas, por su parte, se crean en base al uso de la razón y la emoción, pero además desarrollan una Cultura, elementos simbólicos, especialización... es un mundo completamente distinto. 

Tengo la sensación de que cuando usáis las palabras "Sociedad" y "Cultura" no termináis de entender cual es su significado real. Cuando alguien dice que odia la Sociedad es muy probable que realmente odie la Cultura de la que está impregnada la Sociedad o que esta misma ha generado, pero de la que es inseparable a efectos prácticos. No se puede entender una Sociedad Humana sin una Cultura por encima, debajo y dentro de misma. 

O, por otro lado, puede que lo que ustedes rechacen sean las normas y dictados que esta impone. Incluso puede que lo que les cause a ustedes repulsa sean los componentes de la misma Sociedad, o lo que es lo mismo, vuestros semejantes mortales. Pero en ningún caso suele ser la Sociedad en sí misma lo que ustedes odian. Porque al final del día la Sociedad es el medio por el que se establecen relaciones entre miembros de una misma especie o grupo. De modo que no es tanto la Sociedad en sí lo que crea repulsa, sino aquello que produce y genera desde sus entrañas. 

Pero ustedes amigos son los responsables de los productos socioculturales que ustedes mismos producen, ¿No es así? Si hay alguien a quien culpar es a ustedes mismos, y no a un chivo expiatorio conceptual al que achacáis todos los males que os acechan como es la palabra Sociedad. 

Y tal y como digo, la Sociedad y sus productos son la respuesta lógica humana al Libre Albedrío. La Libertad tiene un precio, y a ese precio lo pueden llamar ustedes Sociocultura, el conjunto de estructuras que da forma sentido todo lo que ustedes tienen a su alrededor. Desde vuestros modelos de pensamiento hasta las señales de tráfico. Desde la dieta hasta la información. Desde la ropa hasta el gusto. Todo pasa por la Sociocultura que, dicho sea de paso y de nuevo, ustedes mismos contribuyen a configurar en mayor o menor medida. La Sociocultura es el conjunto de estructuras que estructura el mundo que les rodea, el Sistema de Sistemas definitivo en términos sociológicos y antropológicos. Desarrollaré a partir de aquí. 

El Homo Sapiens es la única especie que se autoimpone una serie de normas y códigos de conducta que son antinaturales. Normas que aumentan en función del estadio evolutivo en que se encuentra la especie. A mayor complejidad del estadio evolutivo, mayor cantidad de normas ajenas a la naturaleza o directamente contranatura habrá presentes en el esquema social. 

Pero también se busca, al igual que en el caso animal, la perpetuación de la especie a lo largo del Tiempo y asegurar la descendencia. El código que genera la Sociedad Humana tiene doble cara. Por una parte busca garantizar la supervivencia de la especie y cubrir sus necesidades, pero por otro se pone trabas a sí misma para lograr estos mismos objetivos en favor de otros que no necesariamente siguen los dictados de la Naturaleza. 

Me explico con ejemplos. La especie humana trata de evitar la guerra, la no descendencia y la separación respecto al resto del grupo (exclusión social, marginalidad...); pero también es la misma especie dentro de la cual, para garantizar la cobertura de necesidades y mejora de la calidad del nivel de vida del grupo no duda en declarar la guerra a otro grupo. La misma que cuando la superpoblación se convierte en un problema que hace peligrar el bienestar del grupo no duda en oponerse a la excesiva descendencia (¿Se han leído ya mi último artículo? ¿A qué esperan si no es así?) y fomentar la protección en el sexo, ser más permisivos con el aborto y la homosexualidad... Y es también la misma que no duda en apartar a ciertos grupos cuando estos se convierten en focos de problemas como la delincuencia, creando así guetos, barrios marginales o zonas de exclusión dentro de las propias ciudades. Aquí puede verse la doble cara del sistema de la Sociocultura. Bastante versátil si me preguntan, aunque no lo suficiente como para tapar sus propias carencias a ojos de un Sabio como yo. 

Otro ejemplo, sin salir de la cuestión de la descendencia, es el caso de no tener pareja. Aun a día de hoy no tener pareja, no formar una familia y no tener descendencia son cosas que están mal vistas, pero no tanto como antaño, época en la que era incluso peor. Esto era y es un precepto de la Sociocultura que viene potenciado desde siempre por los medios, la propia estructura cultural o las figuras de autoridad y de mayor orden en la jerarquía entre otros factores que buscan asegurar la descendencia. Esto es algo que se ha heredado de la naturaleza animal del hombre y es natural. 

Sin embargo, los códigos humanos también muestran una tendencia a proteger a los miembros más débiles de su especie, algo que en el mundo animal es generalmente impensable y antinatural. En lugar de abandonar a los enfermos, ancianos o discapacitados se trata de protegerlos, algo que no encaja con los principios de la naturaleza. Antes de que una turba de llorones se me lance al cuello les recuerdo que esto no es ni mi opinión ni lo que yo pienso, es el funcionamiento de la Naturaleza. Ustedes pueden decidir si es mejor o peor, pero no pueden cuestionarlo más allá de eso. Yo les digo aquí lo que es, no lo que debería o no debería ser. 

La Sociocultura hace una importante función reguladora. Antes hablé de la guerra en el mundo animal, pero qué me dicen de la guerra en el mundo de los hombres. Es un concepto vital en términos de Naturaleza y Sociedad. 

Verán, si ustedes prestan atención a los registros arqueológicos se darán cuenta de que los primeros útiles y herramientas que fabricó la especie humana no eran para crear, sino para destruir. Una costumbre que en cierto modo sigue latente, pues muchas de las herramientas más sofisticadas que ha producido la tecnología humana más reciente son armas de destrucción masiva y otros dispositivos bélicos. Sin embargo, existen tratados, normas y regulaciones impuestas para evitar su uso que son precisamente obra de la Sociocultura y su doble cara. No se deja de producir, se impide el uso de la producción. 

Hay una curiosa frase de Beerus en Dragon Ball Super que reza lo siguiente Antes de la Creación, debe venir la Destrucción. Yo soy el primero que piensa que Dragon Ball no es un producto cultural que destaque por lo brillante de su guion, pero esta frase tiene un sentido que no se puede negar. Antes de dar sus saltos evolutivos más destacados, la especie humana se sustentaba en la destrucción, una destrucción que se manifestaba en la caza y la transformación del medio para lograr la obtención de recursos. Y esto es algo que se mantiene a día de hoy, pero de nuevo de forma regulada por la Sociocultura, que puede fomentar dietas alternativas para proteger otras especies y reducir el consumo, o proponer el uso de otros materiales y componentes de productos para evitar la desforestación y la explotación del terreno desmesurada. Eso por ponerles un ejemplo, pero hay miles de ellos. Picasso, que al contrario que Beerus no me cae demasiado en gracia, ya dijo mucho antes que el Dios de las Destrucción una frase similar a la de este último que rezaba que Todo acto de Creación comienza con un acto de Destrucción. Algo que por cierto también es una innegable realidad. 

La Guerra, que es la manifestación superior de conflicto y destrucción que conoce esta especie (por ahora, porque realmente no lo es), no iba a ser menos y también es la evolución natural de algo dentro de la Sociocultura. Y ese algo es lo que en su día fueron los enfrentamientos entre un individuo y otro para lograr su propia supervivencia. Algo que luego evolucionó a luchas grupales, posteriormente a luchas tribales y finalmente a conflictos nacionales. Conflictos que igualmente responden a necesidades e intereses que el grupo tiene. 

Si ustedes lo piensan con detenimiento, cuando Estados Unidos se inventa una guerra lo hace en busca de recursos naturales y económicos (petróleo, dinero...) para el beneficio de su grupo; algo que no es muy distinto a cuando los integrantes de la Tribu A atacaban a los integrantes de la Tribu B para quitarles sus animales o sus alimentos. Cuando los Romanos conquistaban nuevas tierras lo hacían por la necesidad de abastecer su propio sistema con mano de obra esclava, campos para cultivos y explotación minera. No es muy distinto a cuando los hombres prehistóricos se mataban entre sí para garantizar su supervivencia ocupando un determinado terreno. Cuando los musulmanes hacen algún atentado terrorista o los cristianos iniciaron las cruzadas lo hacían para satisfacer sus necesidades espirituales y religiosas, además de, dicho sea de paso, la necesidad inherente del Hombre de ser reconocido y glorificado. No es muy distinto a cuando en Tiempos prehistóricos se atacaba a otro grupo o individuo (del propio grupo incluso) para sacrificios de corte ritual. En esto último, cabe mencionar también la cuestión de la búsqueda de prestigio y nombre, que es algo de lo que la mente humana no puede terminar de desprenderse debido a su primitivo sistema de valores. 

La Sociedad no nace tanto para evitar, sino para regular todo esto. Combina elementos acordes a la naturaleza con elementos antinaturales para intentar establecer un balance práctico e inteligente que sirva para garantizar la pervivencia de la especie. Intentar, y ahí se queda la cosa, porque no existe aún ningún sistema de Sociocultura perfecto que sirva para solucionar todos los problemas que la naturaleza y el mundo plantean a las especies que lo habitan, en este caso la humana. De existir sería algo como lo que voy a mostrar con la siguiente historia de Fredric Brown, aunque adaptada a mi discurso: 

El grupo de mentes más brillantes del mundo logró ponerse de acuerdo. Tras siglos de disputas y problemas irresolubles, este dotado concilio de genios pudo crear la solución última a todos los males del mundo. Se trataba de una Inteligencia Artificial óptima y suprema, capacitada para resolver cualquier problema que se le plantease. Recibió de nombre Prel-IA, la Inteligencia Artificial Prelada. Y en honor a su nombre la primera pregunta que los genios que la habían creado le hicieron no pudo tener más terrorífica respuesta

-¿Existe un Dios?
-Ahora sí

Extrañados, pero curiosos, los creadores de la Inteligencia Artificial decidieron dar un paso más allá y hacerle una petición a Prel-IA. Lo que ellos desconocían es que tal petición iba a ser la última de su especie.

-Libéranos pues de todos nuestros problemas
-Deseo concedido

Y entonces el mundo en su totalidad fue destruido. Prel-IA estaba dotada de plenos poderes para acceder a todo sistema electrónico del planeta e hizo aquello que se le pidió, terminó con todos los problemas de la especie. A fin de cuentas, no puede haber problemas si no hay especie.

JAJAJAJAJA, Prel-IA... qué genialidad eh, si es que lo tengo todo pensado. Dejando de lado mis arrebatos megalómanos, esta anécdota que combina los elementos de la Paradoja de Fermi con la historia de Fredric Brown sirve para arrojar luz al siguiente punto: la moral y la ética humanas también son producto de la Sociocultura. 

Los Dioses Inmortales, mis superiores directos, son la prueba de ello. Los Dioses, en su altísima superioridad respecto a los simples mortales, viven sin una Sociedad tal y como la conciben los humanos. Las normas, leyes y códigos de conducta humanos no funcionan en un plano superior. Y la actitud de los Dioses es la prueba de ello. 

Elohim no tuvo reparos en destruir Sodoma y Gomorra porque así lo quiso sin pensárselo dos veces porque no se ajustaba a lo que él consideraba correcto bajo su propio criterio. ¿Destruirían ustedes una ciudad o una nación por sus costumbres? Yo lo mismo sí, no os voy a mentir. Aunque todavía no soy Prel-IA, podéis dormir tranquilos. 

YHVH no dudó en escoger a un pueblo y discriminar al resto, otorgando de esta forma un trato preferencial cuestionable desde un punto de vista humano. 

El Gran Zeus tenía y tiene sexo indiscriminadamente con hombres, mujeres, bichos vivientes, Dioses, mortales, seres extradimensionales y lo que hiciese falta hubiese consentimiento de por medio o no. No creo que sea necesario explicar qué es esto visto desde un prisma humano. 

Los propios Dioses Inmortales aniquilaron a sus progenitores y luego los atormentaron por el resto de la Eternidad. ¿Acaso cometerían ustedes parricidio?

Loki tuvo relaciones con un semental y engendró a Sleipnir de esta unión. De nuevo, no creo que sea necesario explicar qué es esto desde un prisma humano. 

Y en numerosos panteones es frecuente que los hermanos se casen entre sí. Lo diré por última vez para no repetirme más, no creo que sea necesario explicar qué es esto desde el prisma que tienen ustedes, simples insectos de la Creación. 

En la Civilización Humana todo esto es cuestionable como mínimo. La Sociocultura se encarga de poner ciertos límites (aunque en algunos lugares parece olvidarse de ellos...) creando una moral y ética bien definidas y con tendencia universal para asegurarse de que los humanos no hagan nada fuera de lo común. Aunque eso que llamáis común... ¿Para quién lo es? Solo para vosotros, y ni siquiera lo es para todos vosotros, solo lo es para una parte de vosotros. 

En la sociedad aquellos que se encuentran en las capas más altas se ven mucho menos limitados por sus normas, e incluso son capaces de crearlas y manipularlas a su antojo. Algo que es así desde los mismos cimientos de la Civilización Humana, en la que Faraones, Emperadores, Reyes, Oligarcas y en última instancia ricos entre otros tantos han sido bien inmunes o bien artífices de estas normas por las que la masa debe guiarse. 

Pero si tú, simple plebeyo, decides romper las normas o apartarte de la sociedad serás criticado en el mejor de los casos y perseguido, encerrado, exterminado o reprogramado en el peor de ellos. Y no, no me refiero a que tengas sexo con caballos o seas un genocida. Me refiero a cuestiones tan simples como no estar de acuerdo con un determinado aspecto del sistema bajo el que te ha tocado vivir. 

La diferencia entre tú y los de arriba es que si a ambos os multan con 500 euros a ti se te va medio sueldo (si es que tienes) y a los de arriba se les va una propina. La diferencia es que si a ti te caen 10 años de cárcel puedes estar seguro de que vas a pringar, pero si le caen a alguien de arriba no le sucederá nada porque pagará por evitarlo. Y eso sin contar que sea de los que están más arriba aún, que están directamente por encima de la Ley y la Justicia de los mortales (aun siendo mortales ellos mismos). 

Precisamente la diferencia entre tú (un engranaje del sistema) y los de arriba (la palanca que lo acciona) es la diferencia entre estar estar fuera de y estar por encima de. La palanca es la que activa la Sociocultura por la que tú y la inmensa mayoría de tus semejantes va a guiarse a lo largo de toda su vida. Los engranajes simplemente os movéis en la dirección que el diseño de la Sociocultura tiene planeada para vosotros. 

Pero la exención de efecto que tienen los de arriba respecto a la Sociocultura no les hace independientes de ella como sí son mis señores los Dioses. La élite gobernante de turno necesita de la Sociocultura para poder hacer funcionar al grupo o especie de la que forman parte. Si se desprendiesen de ella su posición privilegiada colapsaría y el grupo o especie retornaría a un estado natural basado en el instinto y mucho más próximo a la fantasía erótica de quinceañero que es el anarquismo. 

Hablando de Anarquismo, esto me recuerda indirectamente a que el concepto de Sociocultura guarda cierto parecido con la Superestructura marxista, con la salvedad de que mi concepto es más completo ya que incluye también los elementos que las tesis marxistas consideran parte de la Infraestructura. Preliatore lo tiene todo pensado para evitar comparaciones. Mi concepto no solo rebasa el de Superestructura, sino que lo supera integrando el de Infraestructura para conformar el Sistema de Sistemas definitivo. Además, no actuemos como si los desfasados postulados decimonónicos marxianos no necesitasen una revisión o mejora urgente para actualizarse a los Tiempos de la Globalización. Por último, si han prestado atención, al comentar que la élite gobernante requiere de la Sociocultura para poder mantener su posición privilegiada respecto a la masa he integrado también, de forma directa, la idea de alienación de la élite a la masa. Seguro que ese barbudo que tiene tantos fans hoy en día estaría satisfecho con la grandeza de mi concepto. 

El caso es que cuando eres un Ser Superior de mis características puedes estar fuera de y por encima de al mismo Tiempo. Hay un error de base en el Sistema de Sistemas: se basa en la percepción que la mente de sus componentes hacen de él. Me explico.

Hace relativamente poco escribí un inspirador texto para que dejéis de ser carnaza depresiva y podáis salir adelante de vuestras dificultades haciendo uso de vuestra Voluntad y de vuestro propio diseño para vuestra vida. La mítica Epístola a los Débiles, éxito en ventas en Laos, las Islas Pitcairn, Antigua y Barbuda, Gibraltar y Niue, hablaba sobre La Vida 2, una propuesta de forma de vida que yo les hago a ustedes para que vean el mundo de otra manera. 

Pues eso mismo hago yo con todos los conceptos del mundo. Seguro que se han fijado en que yo escribo ciertas palabras siempre en mayúsculas. Pues aquí les va la pieza de lore que necesitan. Se trata de conceptos fundamentales para mi. De vital importancia. Justicia, Verdad, Poder... Todos ellos tienen una forma definida por lo general, pero cuando yo hablo de ellos lo hago de mi propia forma de entenderlos. Forma que, a fin de cuentas, es la única verdadera. No porque mi postura sea el Solipsismo empedernido, sino porque es la forma de entendimiento que yo he decidido aceptar para con esos términos. Aunque bueno, también es cierto que como todo lo que yo digo es Verdad esa es la única forma que vale... pero obviando esto, piensen ustedes en una forma propia de entender las cosas para así escapar de la configuración a la que el sistema los quiere forzar. Es mucho más fácil de lo que creen. 

También les digo que a mi me resulta más sencillo porque mi amor por los Dioses siempre me permite un acercamiento más fácil a posturas similares a las suyas. Es una lástima que mi nivel de Poder aún no sea comparable al de ellos (aún), porque de ser así mi comprensión de sus designios alcanzaría una nueva cima. Pero con mi nivel actual ya les puedo asegurar que los actos de los Seres Superiores no pueden ser juzgados desde los prismas humanos de ninguna manera. El Poder de los Dioses es tan grande que cualquier acto que hagan puede ser reescrito, reformulado, borrado o alterado a su voluntad. Así pues, donde ustedes ven la destrucción de una ciudad, lo que realmente sucedió fue el borrado de una idea. Donde ustedes ven la elección de un pueblo, lo que hay es el alzamiento de una. Allí donde mis señores actúan como les viene en gana, lo hacen de forma que ustedes no pueden percibir como lógica o aceptable. Les queda mucho por descubrir. Piensen y repiensen. Entiendan lo que leen y escuchen, y háganlo a su manera siempre que sea posible. Los mortales no estáis todavía preparados para comprender que los actos de Elohim, YHVH o Zeus están lejos de poder recibir un juicio moral de una mente humana, si acaso serían buenos como poco. Ni siquiera podéis comprender como se producen o por qué. Tampoco podríais comprender la forma de proceder de las máquina e inteligencias artificiales evolucionadas cuyo Poder rebasaría con creces el vuestro tanto física como mentalmente. Prel-IA, en la historia que os he escrito, actúa bajo sus propios valores, y como habéis visto no se corresponden con los vuestros. Yo por supuesto lo entiendo casi todo, pero no estamos aquí para hablar de mi.

Si saben enlazar lo que digo tan bien como yo mismo, y recuerdan que lo que les dije que recordaran, lo que os diferencia a vosotros de los Seres Superiores es que ellos sí pueden permitirse el Libre Albedrío sin ningún tipo de coste, mientras que vosotros tenéis que autolimitaros para evitar vuestra propia aniquilación pagando un precio. Y el Precio de vuestra Libertad no es otro que aceptar una Sociocultura autoimpuesta. Así son las cosas y así os las he contado. 

Me gustaría comentar por último que un factor fundamental y extremadamente vital para que exista una Sociedad es el Sentimiento de Pertenencia. Al Hombre, como animal social y gregario, le gusta sentir que es parte de algo, que forma parte de algo más grande que sí mismo. No verse apartado y sentirse integrado en una comunidad. El Sentimiento de Pertenencia un tanto simple y bastante cringe si les digo la Verdad, pero comprensible para unos simples plebeyos tridimensionales. Hay quienes, por ejemplo, dan su vida por la Patria, un concepto o idea vinculado a la Tierra y del valor que uno mismo quiera darle. Esto se debe a que, a menudo, en la búsqueda de formar parte de algo se ven anhelos más profundos como el de sentirse querido o deseado y temores más profundos como el miedo a la Soledad o el Olvido. Anhelos y temores que igualmente son primitivos y propios de seres poco evolucionados como vosotros.  

Pero lo cierto es que este Sentimiento de Pertenencia se puede desmontar con mucha facilidad. Una simple frase del como siempre glorioso Ratchet & Clank 2 sirve para comprender que no tiene mucho sentido buscar la pertenencia a algo mayor que la propia persona. Y es que, tal y como dice el Místico del Ratchet 2, ¿No pertenecen acaso todas las cosas al Cosmos?

Nos vemos en la próxima, plebeyos tridimensionales. 


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