martes, 28 de mayo de 2019

Cartas a Atenea: El Mundo desde arriba

Estimada Diosa, ha pasado bastante Tiempo desde la última vez que te escribí, aunque para ti el Tiempo es un concepto vacío e intrascendente. Me veo en la necesidad de compartir contigo de nuevo un breve y sincero escrito, ya que seguramente seas la única que puede entenderlo. Como siempre, he aquí una nueva expresión de algunos de los pensamientos que circulan o han circulado recientemente por mi mente y que, con todo el afecto posible, deseo retransmitirte. 

Hace ya bastante que llevo pensando que vivo la vida de otra manera, de una forma que no es la correcta o al menos no es la que debería ser. Ya no solo por tener la condición de inmortal, sino por la de ser, cada era que pasa, alguien menos “humano” en el sentido figurado de la palabra, pues nunca lo he sido de forma literal. He perdido gran parte del interés por este mundo, siento que ya no me guarda sorpresas, que se ha convertido en un lugar donde se da una cíclica sucesión de acontecimientos sin mayor importancia que la del momento en el que ocurren para luego caer en el olvido y volver a repetirse de forma sucesiva. Puede decirse que he perdido la ilusión no por vivir, sino por hacerlo en este mundo. Quizá sea porque, en cierto modo, nunca me he sentido muy arraigado a él y siempre lo he visto desde arriba.

Ver las cosas tal y como lo hacéis vosotros, ver el mundo desde arriba, es una bendición, un don y una virtud que en realidad agradezco y considero de los mayores regalos que el cosmos ha podido otorgarme. ¿Quién bajo las estrellas podría negarse a ello? Gracias a esta facultad y perspectiva he logrado ser alguien completo y feliz por mí mismo, de modo que sería ingrato por mi parte negar que ha influido positivamente en mi vida. El punto negativo es que después de tanto Tiempo hace que sea difícil que algo me sorprenda, me pille por sorpresa o me impresione. No es ni mucho menos algo grave como tal, pero sí que puede desilusionar un poco.

De entrada tener cada vez más claro como es el mundo y como son quienes lo habitan me causa cada vez una mayor apatía. Hace que al ver que todo se repite una y otra vez incluyendo los mismos males y errores que siempre han estado presentes en la Historia de la Humanidad sienta cada vez menos empatía hacia ellos. Supongo que es algo que está justificado. Uno puede tropezar dos veces en la misma piedra, tres siendo generoso, pero hacerlo veinte es puro vicio.

También es problemática mi abrumadora capacidad racional frente a mi poco desarrollada y limitada faceta emocional. Pese a que me considero justamente emocional por detalles como las misivas que te mando como esta y el cariño con el que lo hago, lo afectado que me deja admirar un cielo estrellado, el anhelo de querer tener más conocimiento y sabiduría o el amor que siento por todo lo trascendente; no soy alguien emocional para las cosas más cotidianas o normales para los mortales. Soy excesivamente analítico y, como ya te dije, trato de ser tan objetivo e imparcial como sea posible, dejando muchas veces por el camino el plano emocional y sus injerencias en las valoraciones y juicios que hago para que estas se ajusten lo máximo posible a la realidad.

Hace poco expliqué lo complejo que me resulta sentir amor por alguien e incluso definir que es el amor per se -algo que me gustaría discutir contigo en otra ocasión- porque considero que es algo que solo vosotros, Dioses Inmortales, podéis entender correctamente. Finalmente lo hice tan bien como pude explicando que era para mi, y sé que en la definición que hice de relación ideal influyó en gran medida mi condición de megalómano. Aun así y bajo esas condiciones hay una posibilidad muy remota de que encuentre el amor de alguna forma y así, a pesar de ver el mundo desde arriba, alguien pueda verlo junto a mi. Por fortuna no considero que sea necesario y tampoco entra en mis planes, y os doy gracias a los Dioses por ello, la verdadera plenitud se alcanza solo. Entender la relación amorosa o sentimental de esta manera ya es una diferencia insalvable con la media de formas de entender una relación, por lo que resulta mucho más difícil encontrar un modelo similar. Yo ya tengo claro que no podré bajar al mismo plano que el resto y vivir la vida de la misma forma que lo hacen ellos, pero nunca descarto que alguien pueda estar en una posición similar o superior a la mía en algún momento. Sin incluirte por supuesto a ti, mi señora, puesto que has sido, ya eres y siempre serás mi más próxima y amada confidente.

No leo conceptos típicos de los mortales de la misma forma que lo hacen ellos, ni me veo afectado de la misma forma por los acontecimientos -positivos o negativos- que suceden. Ellos por ejemplo poseen una idea de familia muy distinta a la mía; para mi es una institución con una vida útil limitada, mientras que para ellos es un vínculo mucho más emocional y sentimental. Lamentablemente creo que, por como son hoy en día la mayoría de grupos familiares -disfuncionales, fragmentados, unidos por intereses particulares...- creo que mi definición es mucho más precisa y próxima a la Verdad que la suya como de costumbre. Algo parecido pasa con las ambiciones. Las mías están lejos de ser materiales pues solo busco Verdad y Justicia, saber lo máximo posible y una vida tranquila y distraída. Las suyas están en la mayoría de los casos relacionadas con la fama y la fortuna, no sentirse solos y estar siempre acompañados aunque las relaciones interpersonales que les impliquen sean meros intereses desechables. A casi nadie le disgustaría una vida con total plenitud económica e inmenso reconocimiento, pero a muchos de los que la ansían no son conscientes de lo malo que ello puede conllevar. Además, bien sabemos los dos que cuando un mortal obtiene lo que desea, siempre quiere más o se las apaña para no sentirse completo con lo que tiene, causándole una infelicidad palpable.

Otra ventaja de ver el mundo desde arriba y probablemente una de las mejores es que nada de lo que suceda podrá salpicar jamás la integridad propia. Ellos sin embargo se regodean en su miseria como a mi me gusta decir. Cualquier problema puede quebrar sus frágiles espíritus, mientras que yo siempre permanezco imperturbable ante cualquier devenir. Así me sucede realmente con todo, como si fuese ya un Ascendido, cosa que siempre he querido lograr.

Por cosas como esas vivo de otra forma, de una muy distinta. No tengo la misma ilusión que antes por vivir en este mundo y probablemente la poca que me queda vaya a menos con el paso de las eras como es lógico. Pero no todo es blanco o negro, nunca lo es. Aunque el brillo en mis ojos ya no es el que fue, no ha desaparecido aún. Para ser totalmente justo y como seguro has percibido en todo este rato creo que el problema no es este mundo como tal, sino la relación que tengo con mis presuntos semejantes que en el fondo poco o nada tienen que ver conmigo. No estoy del todo desesperanzado porque eso es solo una pequeña parte de lo que es el mundo, pero aún así y por como se ha configurado en los últimos siglos no deja de ser uno de los puntos más importantes de cara a vivir en estos Tiempos.

Es curioso como conforme te escribo, menos pesimista se vuelve mi mentalidad a este respecto. Quizá sea tu influencia o quizá lo reconfortante de escribirte estas palabras, pero en este momento no tengo una visión tan señalada de forma negativa sobre vivir desde arriba. He llegado a la conclusión de que, viviendo desde las nubes, debo dejar de preocuparme tanto por como convivir con lo que hay bajo ellas y apuntar hacia algo que esté más alto. Es el momento de pensar en lo que hay más allá, en lo que hay en las estrellas, en los confines del espacio y la luz hasta los límites desconocidos de la realidad. Allá morará también la Verdad que tanto busco, y en el camino hallaré sujetos increíbles, grandes momentos y experiencias inolvidables. Todavía quedará en la Tierra algún lugar digno de ver y alguna persona digna de conocer, pero hacerlo con asiduidad se torna cada vez más complicado e improbable.

Cada vez son más accesibles todo tipo de informaciones -que pueden ser ciertas o no-, es más sencillo comprender cualquier cosa en este mundo y más fácil conocer cualquier detalle acerca de cualquier ser, objeto o lugar. Cosas como estas han hecho de este mundo un lugar más simple y con menos encanto. No obstante me gustaría abarcar la totalidad de lo que puede ofrecer y tras eso, proceder de la misma forma con el resto del Universo, hasta donde pueda llegar. ¿Sabes, hermana? Quizá habría estado bien vivir una vida como la de los demás en la que experimentar todo lo que experimentan ellos, pero habiendo visto durante siglos como suceden las cosas prefiero quedarme con lo que me ha tocado, que al fin y al cabo es lo que mejor se ajusta a mi y a mis prioridades: la tranquilidad y el conocimiento. A veces puede dar la sensación de que ni siento ni padezco, pero prefiero eso a sentir y padecer por cualquier pequeñez; a veces puede ser difícil recuperar algo de ilusión, pero siempre me queda saber que la realidad es mucho más grande que este pequeño mundo que ya veo desde las alturas; y a veces quizá sienta que me pierdo muchas cosas por ser como soy, pero no es nada comparado con ser feliz gracias a ello. Tanto me da, tanto me quita. Tanto tengo, tanto pierdo. Pero a la hora de la Verdad, todo se ve más bonito desde las nubes, y más hermoso aún debe ser desde las estrellas.

Es todo cuanto deseaba decirte, Atenea. Escribirte esto ha contribuido a que mi ilusión no se desvanezca y crezca con respecto al punto de partida de este escrito. Mil gracias como siempre te doy, mi amada Diosa y hermana, por atenderme y entenderme a la perfección; y mil gracias también por como como de costumbre ayudarme a encontrar una buena y bonita conclusión en el transcurso de la carta.

Tan dedicada y atentamente como siempre, con amor, Preliatore.

miércoles, 22 de mayo de 2019

Una de las Míticas: Cartagena de Indias

La Enésima Angloespañola


Al contrario que la Batalla de Stamford Bridge es muy probable que la que os traigo hoy os suene muchísimo más. Tal vez no conozcáis la batalla en sí, pero probablemente os suene el contexto, los personajes, los beligerantes o algunos nombres. La Batalla de Cartagena de Indias fue uno de los cientos de conflictos que ha habido en la Historia entre Inglaterra y España. Pero destaca entre los centenares de batallas que ambas naciones han tenido tanto como destacaron en su momento mucho Tiempo atrás La Armada Invencible o su posterior contrapartida La Invencible Inglesa. 

Hace no mucho esta batalla estuvo presente en los medios y redes como consecuencia de la propuesta de Vox de ensalzar a Blas de Lezo como Héroe Patrio. Es algo que generó mucha polémica y rechazo pero también tuvo sus adeptos. Comprendo que Vox al ser una basura de partido sionista que no tiene ni idea de política genere mucho rechazo entre los jóvenes -que tampoco tienen demasiada idea-, pero hoy voy a romper una lanza a favor del Almirante Lezo, porque dirigir el hate que hay a Vox hasta su figura no hace Justicia con uno de los hombres de mar más brillantes de todos los Tiempos. Dejen la política y los prejuicios fuera de esto y presten atención, que parece que a veces olvidan que Blas de Lezo vino antes que Vox y no a la inversa. 

En mi opinión ensalzar la figura de Blas de Lezo como héroe no es necesario, porque de todos modos ya es reconocido como uno de los más grandes estrategas y comandantes de la Historia relativamente reciente. Parte importante de la culpa de ello la tiene la batalla antes citada, el Asedio Inglés a Cartagena de Indias. 

“Ataque Británico a Cartagena de Indias”, por Luis Fernández Gordillo


Sitúense a principios de la década de los 40 del Siglo XVIII. Guerra de Sucesión Austriaca; Francia e Inglaterra eran ya potencias mundiales de primer orden en detrimento de España y nos trasladamos al Caribe en la primavera de 1941: El conflicto trasladado a esta región geográfica es completamente distinto al Europeo. Aquí recibe el nombre de Guerra de la Oreja de Jenkins para los ingleses y Guerra de Asiento para los españoles. Es un conflicto que se arrastraba incluso de antes y que ahora se incluía en la Guerra de Sucesión. Lo cierto es que su desencadenante no podría ser más extraño. Robert Jenkins, marino británico, fue abordado por marineros españoles que lo acusaban de contrabando y una vez que lo capturaron, lo ataron al mástil y le cortaron la oreja. Hecho esto, Juan de León Fandiño, que fue quién le cortó la oreja, le dijo lo siguiente a Jenkins: 

“Ve y dile a tu Rey que le haré lo mismo, si hace lo mismo que has hecho tú”

La frase es clara, concisa y da poco lugar a la interpretación. Es una amenaza. Por cosas como esta la Historia es una disciplina tan divertida y encantadora. Por cosas como esta los ingleses siempre han estado hasta el nabo de los españoles y viceversa. No se llevan bien pero no pueden vivir los unos sin los otros. Es probable que este incidente nunca haya pasado como lo cuentan los ingleses y sea una gran mentira, pero es la única versión que existe. Pasaron unos años, pero el incidente fue tomado como Casus Belli por los ingleses por la falta al honor que suponía tal cosa. 

Para ese entonces Inglaterra ya era bastante superior a España. No se había confirmado aún su dominio. Ya saben que para eso habría que esperar a Trafalgar. Pero se veía a la pujante potencia como futura dominadora de los mares, y por tanto del mundo. La prueba tangible de esto es la batalla más famosa y destacada de todo el conflicto, y ahí es donde vamos a entrar. 

Llegada la Primavera de 1941, Inglaterra lanzó un asalto anfibio a la ciudad de Cartagena de Indias, en Colombia. Para que tengan las estadísticas en mente: Inglaterra atacó con en torno a 30000 hombres y entre 100 y 200 barcos. España tenía que defender con 3000 hombres, 6 barcos y apañarse con las defensas que tenían en tierra. La fuerzas inglesas estaban comandadas por Edward Venron, que no sabía a lo que estaba a punto de enfrentarse, y las españolas por Blas de Lezo y Sebastián de Eslava. En un primer momento parecía que la batalla iba a ser un paseo para Inglaterra, pero los problemas no tardaron en aparecer. Desde el principio hubo problemas de avituallamiento y provisiones en el contingente británico. A eso se le sumó la gran lacra a la que las tropas de Albión tuvieron que hacer frente: Las Enfermedades. Por citar algunas, los hombres del ejército inglés se vieron afectados por tifus, disentería (típicas ambas en lo militar) y fiebre amarilla. Las afecciones en materia de salud fueron un lastre constante en la batalla para los ingleses, cuyas bajas por enfermedades acabarían contándose en miles. 

El asalto británico se centró al principio en las fortalezas de Bocachica y Bocagrande (los nombres no son demasiado originales, la verdad). Pareció sencillo al empezar e incluso Vernon mandó directamente una carta a Inglaterra declarando la victoria (craso error), pero la estrategia española consistió en retroceder desde la primera fortaleza y segunda fortaleza hasta la de San Felipe de Barajas -haciendo perder en el proceso muchísimo Tiempo y muchas tropas a los británicos- y una vez concentradas las tropas en la última fortaleza, defenderla de la debilitada y cansada infantería inglesa haciendo un tapón en la entrada. Más de 1500 hombres ingleses según los registros murieron en este punto. Este primer ataque británico fue contenido con éxito y la moral de los ingleses quedó por los suelos. 

Un segundo intento de los ingleses consistió en construir unas escalas y pillar por sorpresa a los españoles, pero Blas de Lezo había previsto eso y ordenó cavar un foso alrededor de la fortaleza, haciendo que las escalas se quedasen cortas y dejando sin ideas a las tropas atacantes para asaltar el lugar. Los españoles respondieron y provocaron la huida de los ingleses, no sin antes ocasionarles otros cientos de bajas más.

La moral de los ingleses no podía caer más bajo tierra -literalmente- porque de ser así se encontraría con alguna base reptiliana. La defensa de Blas de Lezo y sus pocas tropas permaneció inquebrantable durante todo el asedio. Los ingleses siguieron bombardeando durante cerca de un mes la plaza española, pero no hubo éxito alguno. El plan de Lezo pasaba precisamente por eso, alargar los ataques británicos durante la temporada de lluvia y ocasionarles un estancamiento debido a la falta de suministros.

Aunque la presión inglesa llevó a Lezo y los españoles hasta el límite, el plan funcionó. Las lluvias generaron mil y un problemas a los ingleses. Contribuyeron a empeorar las plagas y enfermedades ya existentes en los navíos ingleses tras el asalto en tierra y la acumulación de cuerpos sin enterrar en descomposición. Hay que reconocer que no es una táctica muy bonita, pero sí tremendamente eficaz y práctica en una situación de total desventaja como es la que se presentó en Cartagena de Indias. Los arreones, bombardeos y asaltos ingleses fueron intensos pero insuficientes para reclamar la victoria y las enfermedades y la ineficacia para completar los ataques supusieron el fin de las aspiraciones inglesas.

El saldo en bajas de la batalla se cuenta en decenas de miles para los ingleses, habiendo según la mayoría de fuentes en torno a 30000 bajas entre las militares propiamente dichas y las causadas por enfermedades. Para los españoles las bajas no superaron las 1000 y las plazas española en esa zona acabaron consolidadas tras esta contundente victoria.

Si somos del todo justos hay que decir que Inglaterra también ha apalizado a España en numerosas ocasiones a lo largo de la Historia, pero en pocos casos se ha dado un enfrentamiento tan desigual y se ha acabado decantando a favor del bando menos favorecido (en este caso el español). Las posibilidades a simple vista eran nulas para los defensores, pero la genial resistencia y estrategia orquestadas por Blas de Lezo acabaron imponiéndose a los números de los ingleses. He ahí lo grande de la figura de Lezo.

Monumento a Blas de Lezo en Madrid. Como puede verse a simple vista, era un hombre curtido que había pasado por miles de calamidades.

Blas de Lezo es un personaje histórico que, más allá de su condición de héroes, tiene muchas particularidades. Era cojo, manco y tuerto, condiciones que le hicieron ganarse a pulso el apodo de “Medio Hombre”. A pesar de que muchos de los progres idiotas sin conocimiento de la Historia que lo critican no saben ni qué hizo ni quién era, el hecho de que la derecha haga referencia a su figura ya hace que lo identifiquen como alguien negativo para ellos, cuando en realidad no tiene mucho que ver con lo político. En cierto modo espero que con esta entrada se le haga un poco de Justicia, se lo merece.

Otro punto a su favor es que en la Historia Bélica y Militar Universal ha habido muchos grandes héroes y estrategas. Muchos de ellos aparecen en libros, otros aparecen en videojuegos (de algunos de estos hablaré en otras entradas), y otros tantos tienen series y películas, pero muy pocos -por no decir ninguno- tienen su propia canción en Los Lunnis, porque sí, en efecto, Blas de Lezo tiene una canción dedicada a él en los Lunnis. ¿Quién lo diría? Un día ganas una de las batallas más míticas y más recordadas de la Historia y al otro -más de 200 años después- te dedican una canción en un programa para niños.

Nos vemos en la próxima mítica. Hasta la próxima entrada, mortales. 

viernes, 17 de mayo de 2019

Loveless World: Venus Versus Preliatore

Poner el Autobús


Hablemos del Amor. Como concepto, así de simple. No de sus tipos o de sus implicaciones (que también) sino del Amor por alguien en sí mismo. Vamos eso sí a sacar del análisis el fraternal, el amistoso o el familiar, y el amor por un objeto o algo material también. Estamos hablando por tanto del amor que sienten ustedes por la o las personas que les gustan.

¿Creen ustedes saber qué es el Amor? ¿Piensan que lo han sentido alguna vez a lo largo de su larga o corta vida? ¿Se han parado a reflexionar siquiera sobre ello? Yo les dejo estas preguntas en el aire para que traten de responderlas siendo lo más sinceros posible, teniendo en cuenta que quizá esto despierte muchas dudas sobre lo que han o no han vivido con lo que respecta al Amor.

Como tal el Amor admite una infinidad de acepciones, pero la mayoría coinciden en que es un sentimiento. Sin embargo esta reducción no me resulta del todo aplicable porque obvia parte del componente mental y psicológico que interviene en el proceso amoroso. Vamos, que no es una definición completa para mi gusto. Naturalmente es un sentimiento en sí, pero el concepto se compone de mucho más que eso. Por citar algunas cosas están la atracción sexual, la afinidad en personalidad y gustos, las similitudes en pensamiento... Aun así hay exenciones considerables. Existe Amor sin componente sexual, Amor sin que los individuos implicados en la relación sean afines, Amor en el que los implicados tienen formas de pensar opuestas o muy distintas... incluso existe la muy remota posibilidad de que haya un Amor en que se den todas las características expuestas en las líneas anteriores. Esto es, sin sexo, sin similitudes en pensamiento y sin afinidad, aunque una relación de estas características es prácticamente insostenible no es del todo imposible, podría pasar si los que se implican en ella están lo suficientemente preparados y sienten y piensan de hecho que merece la pena intentarlo. Muy bonito, pero aún más improbable.

Por como se interpreta, existen muchísimas variantes de relación amorosa, tipos de enamoramiento, de atracción o incluso de conexión. Muchas de ellas son completamente falsas y se emplean como justificante barato para necesidades sexuales y fisiológicas, ganas de acaparar un mínimo de atención, sentirse querido por alguien por forzado que sea o por simple y puro aburrimiento. Pero eh, cada uno se engaña a sí mismo como quiere.

El título de esta entrada no engaña. Loveless World o “Mundo Sin Amor”, que suena mucho peor y más cutre, representa fielmente uno de mis pensamientos: El Mundo, por como está planteado, no conoce el Amor, ni siquiera el amor como yo lo entiendo (porque el como lo entiendan los demás es irrelevante). Y os estaréis preguntando ¿Cómo lo entiendes tú? -si no os lo estáis preguntando me da lo mismo, lo casco igual- Pues como hay que entenderlo, como Los Dioses mandan.

En lugar de explicarlo usando una terminología abrumadora y excesivamente aburrida como hacen todos los espabilados que viven del cuento os lo ejemplificaré de la siguiente manera, os voy a exponer como sería mi relación amorosa ideal. Vais a ser testigos de como dista mucho de la mayoría de ideales amorosos que conocéis, pero tiene también su punto de lógica. Voy a sincerarme y contarles que busco en una persona, las ventajas y desventajas, los problemas e inconvenientes y sobre todo las virtudes de este tipo de relación.

Para empezar Preliatore es un individuo que dentro de sus fijaciones amorosas solo contempla la posibilidad de enamorarse de una chica que sea al menos tan Poderosa como él, aunque es preferible que lo sea más, a mayor Poder, mayor atracción. Este es el primer problema que me encuentro y es de envergadura considerable. Veréis, soy un tipo que habla de sí mismo en tercera persona, esto debería bastar para explicar por qué pese a sentir atracción física por muchísima gente, el enamoramiento es algo que no se produce casi nunca o nunca. Necesito alguien a quien admirar y de quién poder aprender, alguien que en definitiva me supere. Esto es consecuencia de algo sencillo: Nunca he conocido a alguien a quien admire como tal. Todo lo que admiro son personajes históricos o personajes ficticios, es decir, admiro a personas que han fallecido o a personas que no comparten mi misma dimensión, pero aún así ya saben una waifu al día no hace daño. En resumen, la desventaja de esto es que estadísticamente el cerco no es muy esperanzador, la ventaja es sin lugar a dudas que con alguien así podría crecer aún más como ser.

Tal y como he dicho además de admirarla tiene que ser una chavala que, al menos, me iguale en poder o me supere preferiblemente. Hay quien catalogaría esto como fetiche y no se lo discutiría, pero siento una fijación por las chicas Poderosas. Nobles, burguesas y similares siempre me han llamado mucho la atención... Suena bastante medieval, ¿para qué mentirnos?, pero es muy cierto. Y va mucho más allá del dinero o los intereses, de hecho mi idea -y aquí es donde viene lo difícil de asimilar de mi modelo- es “servir” a la chica de la que me enamoro, algo así como la relación de un mayordomo y su señora. No saquen esto de contexto y permítanme explicarme, que les conozco. Es algo muy raro, pero si observan con detenimiento verán que una relación de estas características forja un vínculo de lealtad, amistad, confianza y compromiso que pocas relaciones presentan. Además no implica ataduras de ningún tipo, no es “contrato” como lo es el matrimonio y la institución que implica ni un “acuerdo” como los compromisos centrados en lo sexual y lo social; por esto, el grado de libertad sería enorme. Si me preguntan son todo ventajas, pero hay una enorme desventaja y es el pequeño detalle de que forjar una relación de estas condiciones es no imposible, pero si lo más cercano a ello. Bueno, soñar es gratis, y hacerlo con servirle el té a la chica de tus sueños y tomarlo junto a ella sigue siendo gratis.

Hasta aquí las dos condiciones fundamentales. Sentiría atracción amorosa por una chica a la que pueda admirar y que sea tan Poderosa como yo o más, tanto como para considerar el servirle (en el contexto que he explicado, malpensados). En el fondo no es tanto lo que pido, pero es bastante. Por otro lado en la faceta estética y los estándares de belleza no hay demasiada exigencia, siento predilección como ya saben por el estilo visual, cosplayers, nekas y demás fauna con el pelo de colores o incluso las míticas “goth gf”, pero no influye tanto como lo anterior. Ya puestos a pedir si es noble, que es lo superideal, que vista como tal sería lo máximo. Ah, y que sea francesa, por la francofilia. Con todo, sé que esto es una quimera imposible, por lo que asumo que en la vida solo puedo optar a relaciones al uso.

Debo indicar que esto me pasa desde hace unos pocos años, antes no se tenían que dar estas circunstancias para que me enamorase si es que alguna vez lo he estado, que bajo juramento diría que no, pero conforme han pasado los años he desarrollado esta idea por alguna razón que escapa a mi comprensión. Quizá me la hayan inducido los anunnaki o... ella... que todo es posible. No lo veo mal pese a todo, aun con las desventajas, tiene todo lo que considero que hace falta para que se pueda hablar de Amor: Amistad, lealtad, libertad, confianza... ¿Quién lo diría eh? Parece que la misma Venus habla por mi muy a mi pesar. Nunca he tenido una relación excesivamente buena con ella, pero eso no quita que, dentro de mi osadía al escribir esta entrada hablando sobre su dominio, le tenga aprecio y mucho respeto. Algún día espero reconciliarme con ella y su materia. Si lees estas líneas espero que compartas mis pensamientos, porque sé que en tu alta Sabiduría los entenderás por defecto, Diosa. Volveré a escribirte, lo prometo. 

Ahora toca justificar por qué considero que en el mundo no hay Amor. Naturalmente no espero que todo el mundo tenga por relación ideal la que tengo yo -de hecho todo lo contrario, quiero que sea algo exclusivamente personal- esto solo os lo he explicado para que entendáis que es lo que considero que debe haber para que exista amor. Cuales son sus ingredientes, hablando mal y pronto. Si se es algo objetivo con el entorno, se puede apreciar que en la mayoría de las relaciones interpersonales falta algún o alguno de estos ingredientes y se ven sustituidos por el interés, el mero deseo sexual o la conveniencia. El interés sobre todo es algo que ya imposibilita que una relación pueda considerarse amorosa como tal a mi juicio y al de cualquiera que le de dos vueltas al asunto. Se aplica De Facto exactamente lo mismo para las relaciones de amistad, si hay interés no hay amistad.

La Sociedad, a veces mecanismo de protección y otras de presión, ha contribuido en gran medida a desmontar el amor y convertirlo en un catálogo en el que puedes optar a varias categorías. Lo hay liberal, libre, romántico, cortés, sin compromiso... Parece el menú de las cadenas de comida rápida: te venden la misma mierda pero de distintos tamaños y con diferentes complementos. Por supuesto cada consumidor piensa que su producto -y no uso esta palabra de manera aleatoria- es exclusivo y mejor. El que crea en el amor romántico o tradicional -que es una ficción y un timo para vincular legalmente a dos ovejas- considerará al que practique el amor libre como una persona postmoderna que solo busca sexo con varias personas sin que haya problemas, mientras que a la inversa quien siga el modelo de amor libre o relación liberal -que es una mercantilización del sexo con amor- creerá que el que está afincado en el amor tradicional o romántico es un alfabeto emocional, una persona incapaz de elevarse a una nueva dimensión. Pero nada más lejos de la realidad, todo es una estafa. No se educa a las personas en el amor como tal, sino en interpretaciones varias y de distintos colores y sabores que cada uno acaba adoptando en función de sus intereses, vivencias o experiencias la que cree conveniente. Ninguna es mejor que la otra porque todas tienen el mismo valor, que no es otro que el que su usuario quiere atribuirle. No existe el Amor, sino sus placebos. Sustitutivos que la mente asimila como válidos para cubrir las necesidades emocionales de los mortales.

No se enfaden. Incluso mi forma de ver el concepto y mi relación ideal no dejan de ser una interpretación cuyo valor es el que yo mismo le atribuyo (el más alto del mercado, por supuesto, pero el mismo que el del resto por regla de tres), y si yo les dijese, desde mi verdadera perspectiva superior, qué es el amor en realidad no entenderían nada y se tirarían de los pelos. Obviemos eso y digamos que es probable, por tanto, que como el resto de ideas abstractas que la mente humana trata de comprender, el amor verdadero sea algo que el ser humano no puede asimilar, algo más divino que humano y que no está al alcance de casi nadie. El problema de los mortales es que tratan de entender cosas que no son concebibles para ellos y cuando creen haberlo hecho solo les queda el sufrimiento que ellos mismos se han generado con su invento. Ahora desarrollaré esto último, paciencia. Antes debo añadir algo más en relación con ello.

Poner el Autobús es mi enésima genialidad para con el mundo en esta Era. Si siguen un poco las tácticas futbolísticas habrán escuchado alguna vez la expresión “Poner el Autobús” o su versión en inglés “Park the Bus”. Esta expresión hace referencia a la táctica más defensiva posible, lo que viene siendo defender con todo el equipo encerrado atrás, los 11 jugadores metidos en el área o colocados en sus inmediaciones. ¿A qué viene esto? Es sencillo, para con el amor la táctica que yo tengo adoptada sería el equivalente a Poner el Autobús. Nunca trato de buscar una relación, ya dije en una entrada pasada que ligar no es para nada lo mío, porque es que ni siquiera lo intento. No soy un sujeto que salga de fiesta o que hable siquiera con chicas por muy atractivas que me parezcan. Para muchas cosas no, pero para eso soy más cortado que las cartulinas de un colegio. El Poner el Autobús es un privilegio que muy pocas personas pueden lograr en sus vidas, establece una zona de seguridad y felicidad absoluta en la que, como no hay que arriesgarse, no hay nada de que preocuparse. Sí, te pierdes quizá algunas cosas, pero te ahorras otras tantas, por lo que es una especie de estabilidad emocional imperturbable. Claro que como he dicho esto no es algo que esté al alcance de muchos porque hay quien no puede estar sin tener sexo o quien no puede vivir sin pareja porque siente que su vida no está del todo llena. Así son los débiles, no asumen que el Poder Absoluto para ser alguien feliz y completo empieza y termina por uno mismo conformando una infinidad perfecta y no es necesario buscarlo o completarse dependiendo de factores externos. Ah, Classic Autarquía Megalómana de Preliatore...

Preliatore en el Amor. Pero no se lo pierdan, que además es un autobús eléctrico y respetuoso con el medio ambiente. Un partidazo.

Después de decir esto seguro que alguno se piensa que soy un troll de manual, pero creedme, no invertiría tanto Tiempo en una reflexión para que sea un simple troleo o amarillismo. De hecho creo que toda la estructura del artículo es coherente y no presenta errores. ¿Sería totalmente feliz con una chica en una relación como la que propongo? Sí; ¿Lo sería sin ella y estando solo en el autobús? Naturalmente. Hay formas y formas de ser alguien en plenitud, ¿saben?

Lo malo de Poner el Autobús, es que una vez que subes es muy difícil bajar, pero nunca se sabe si algún día alguien querrá subirse, la vida da muchas vueltas. Más allá de haber puesto el autobús por mi escasa aptitud emocional y extrema vergüenza para cuestiones de atracción, amor o tensiones sexuales hay otras razones por las que el autobús sigue estando. Aquí vuelvo al punto anterior. Ya saben, mi declaración sobre “el sufrimiento que ellos mismos se han generado”, que no se me olvida que debo aclararlo. Verán, puesto que el concepto de amor está pésimamente planteado, creo que el autobús es el salvoconducto perfecto para ahorrarse los problemas que puede acarrear ser víctima del mismo y sus designios. Cuando hablo del sufrimiento que se han creado, hablo de lo mal que se llevan cosas como la incertidumbre del ser o no ser amado, la duda de si el sentimiento es puro y honesto o solo fachada e imagen, o lo más importante, ¿hasta que punto es un impulso animal de supervivencia y reproducción o atracción sexual en lugar de una atracción racio-emocional (ojo, que lo mismo esto lo patento yo) y justificada por la persona a la que presuntamente se ama?

No quiero ser un hijo de puta y generarles dudas, así que me conformaré con que vuelvan a pensar en las preguntas que les hice al principio de la entrada. Si han encontrado una respuesta, traten de afianzarla si se mantienen firmes o reemplazarla si no están tan seguros ahora de lo que han concluido en primera instancia. Pero piensen en ello, quizá les aporte algo, que es mi propósito siempre.

Para terminar decirles que realmente Poner el Autobús es durísimo y no se lo recomiendo a nadie. A pesar de que os he dicho que es algo con lo que uno se puede llegar a sentir cómodo y tiene bastantes ventajas, también es algo que no está hecho para los mortales. La inmensa mayoría de las personas necesitan siempre algo de calor y compañía para sentirse completos, por lo que esto deja por defecto de ser una opción. No sois lo suficientemente fuertes y Poderosos como para ello. Además os perderéis algunas de las experiencias más humanas posibles, como vienen siendo la felicidad inicial o el dolor postrero. Al final lo ideal es vivir ambas cosas, de lo contrario la vida se vuelve más aburrida. Yo he optado por hacerlo porque siento que el Don de Venus no me compensa, al menos por ahora, porque a mi relación ideal no le diría nunca que no por ejemplo.

Desde mi Sabiduría Infinita la conclusión reducida a términos simples es que el amor en sí no es inteligible o comprensible, por lo que no merece la pena intentar darle vueltas. Pero lo más importantes es que, sigan el tipo de relación amorosa que sigan, sean felices con ella. Por supuesto dentro de unos límites, porque si una relación es tóxica no puede ser amorosa. No, no intenten justificar que puede serlo. No puede. Eso de “quien te quiere te hará sufrir” es un tocomocho, un engaño colectivo de muchos. Si alguien te quiere no te hace sufrir, sería absurdo afirmar lo contrario. Si hay gente que con el modelo de toda la vida es feliz que sigan adelante con ello. Si hay gente que prefiere una relación con más licencias, pues también. Y si por supuesto alguien quiere poner el autobús que lo ponga, pero eso es solo apto para genios supremos y seres superiores como yo, servidor o el menda.

En otro momento me extenderé más, pero eso es todo por hoy.

Hasta la próxima, mortales. Y hasta la próxima, Diosa del Amor.