¿Recuerdan Francofilia? Aquella entrada en la que explicaba las causas de mi admiración por la nación francesa quedó bastante chula. Ahora, tras el día 12 de Octubre, es legítimo hablar de la nación que hoy celebra su festividad, id est, España.
Es cierto que no me considero demasiado patriota que digamos y realmente las cuestiones nacionales no me resultan demasiado interesantes que digamos. También es verdad que Francia es de mi preferencia, pero en su momento dejé claro que tampoco me desagradaban España y Inglaterra, y de hecho me parecían admirables naciones. Con Inglaterra se me pasó el arroz y no le rendí homenaje el 23 de Abril, pero hoy creo justo hablar de España y defenderla ante las infundadas acusaciones que se hacen contra ella cada 12 de Octubre. Bueno, esto será publicado después, pero ha empezado a ser redactado el propio día 12, a pesar de que los retrasos lo hayan enviado a finales de mes.
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Réplica de la Santa María en el Museo Marítimo de Kobe, en Japón. |
Todos los años, la red progre y podrida por antonomasia, Twitter, hace Trending Topic el hashtag #NadaQueCelebrar. Hasta aquí todo normal, progres haciendo cosas de progres sin tener respaldo histórico para sus más que cuestionables afirmaciones sobre el Imperio Español, la Conquista de América y el modelo de organización colonial. Podría permitirlo uno o dos años, pero ya se está haciendo pesado decir todos los años la misma tontería sin tener ni puta idea solo porque queda guay decirlo. Así que bueno, vamos a desmontar todas y cada una de sus acusaciones. Maestro Preliatore, Abogado de las causas ganadas.
Alguno que otro que lea esto seguramente forme parte de todo ese grupo de gente que se traga cualquier morralla infundada. Pero yo digo la Verdad, y puede gustar más o menos, pero es la que hay. No debería explicar algo tan simple, pero en todos estos años he sido testigo muchísimas veces de que la gente es estúpida. Repito tanto esta frase que al final se convertirá en mantra.
Para empezar me gustaría aclarar que América no fue descubierta con anterioridad por los vikingos como suelen asegurar los mojabragas de los nórdicos, porque para que un descubrimiento sea tal se debe ser consciente de que se está produciendo. Esta gente ni llegó a la misma zona que llegaron después los españoles, ni era consciente del lugar al que había llegado. Lo siento, fanboys de los vikingos. Por su parte los españoles tampoco es que descubriesen nada, porque aquello ya estaba habitado y poblado, por lo que se puede decir que el descubrimiento fue para los europeos. Y más que descubrimiento fue la confirmación a lo que ya se sabía desde la Antiguedad. Vamos, confirmó la esfericidad de la tierra, algunas medidas, etc... Así que si bien no aportó la novedad que se piensa que aportó, si que trajo consigo algunas importaciones y confirmaciones bastante relevantes.
Como dato curioso, hay teorías que aseguran que América fue visitada anteriormente por pueblos en la Antiguedad Clásica, como es el caso de los cartagineses por ejemplo. Aunque no hay mucha evidencia de ello, existen diversas teorías sobre visitas anteriores al continente americano antes de las vikingas y españolas
Al poco Tiempo de la llegada a América se promulga el Tratado de Tordesillas, en el que se establece la división del globo en dos mitades para explorar, una correspondiente a Castilla y la otra a Portugal, quedando el Nuevo Mundo casi en su totalidad del lado de Castilla y la zona Atlántica e Indica del lado portugués. Después de esto las expediciones comienzan a proliferar y la distribución en los mapas empieza a ser clara.
Como sabrán, la idea de las expediciones a lo que luego se conocería como América era encontrar y descubrir nuevas rutas comerciales debido al cierre de las rutas tradicionales tras el fin del Imperio Bizantino. Si no lo sabíais os lo digo yo, esa era la idea. Ateniéndonos a esto podemos concluir que la expedición fue en realidad un fracaso, un fracaso compensado, pero un fracaso. Tras la llegada a América aún faltaba por hacer lo de descubrir nuevas rutas y para ello hubo muchas expediciones más, entre las que destacan la de Elcano, Magallanes o Urdaneta, por ejemplo. Estas expediciones fueron las que establecieron las rutas comerciales y en concreto la de Magallanes y la de Elcano las que circunnavegaron el globo por vez primera de forma oficial.
Sé que a vosotros la geografía y la navegación os la traen entre floja y muy floja, pero necesito darles un contexto para lo que se viene ahora, que es lo que de verdad importa. Voy a desmontar la Leyenda Negra que existe en torno a la Conquista Española de América, y por el bien del artículo me centraré sobre todo en la Española y haré escaso hincapié en los modelos portugués, inglés, holandés o francés, que solo aparecerán a modo de comparación.
No me cabe duda de que el mayor y más dañino de los mitos que la Leyenda Negra de la Conquista de América y la demagogia progresista contemporánea han creado es el del “Genocidio” contra los Indígenas. En primer lugar, no se puede hablar de Genocidio porque por su simple definición el Genocidio es la eliminación sistemática y deliberada de un grupo social por motivos raciales, sociales y religiosos. Decir que en la Conquista de América se produjo un genocidio es decir que en todas las guerras se produce un genocidio, porque en la conquista lo que hubo fue, en efecto, una guerra, no un genocidio. No se trataba de una eliminación sistemática, sino de una confrontación bélica entre dos bandos (a veces incluso más). Esta confrontación bélica no era por cierto tan desequilibrada como establecen las fuentes de la Leyenda Negra y los desinformados jóvenes del Nada Que Celebrar, puesto que hay que tener en cuenta que la superioridad numérica de los nativos e indígenas frente a los españoles y sus expediciones. De no ser porque las civilizaciones precolombinas se encontraban inmersas en enfrentamientos y guerras civiles la conquista de América habría sido una tarea muchísimo más compleja. Y no hay que obviar el factor que más facilitó la conquista, que eran las enfermedades.
Vamos paso por paso. Por supuesto en este artículo os pondré una bibliografía que respalde todo lo que digo para que veáis que, como siempre, yo no me invento nada. En primer lugar os indico que al contrario de lo que las estimaciones más antiguas y manipuladas aseguraban, la población en la América Precolombina no debería superar los 50 millones de habitantes. Existen tres corrientes para realizar las estimaciones demográficas previas a la llegada de los españoles, la alcista, la bajista y la moderada. Si bien los cálculos más modestos de la bajista probablemente se queden cortos, los de la alcista quizá rebasen el límite de población e incluso lo dupliquen pues no hay nada que sugiera ni en la historiografía ni en la genética que esas estimaciones tienen sentido. Habiendo estudiado profundamente esto, mi propia estimación sitúa la población precolombina en algún punto entre las de Rosenblat (Bajista) y Sapper o Alchon (moderados). Esto en números se traduce en una población de entre 13 y 48 millones de habitantes. Si debo mojarme y estrechar más el cerco yo diría que rondaría los 20 millones, atendiendo siempre al resto de estimaciones, datos y documentos históricos relativos a la demografía.
La estimación de Alchon es por cierto de las más recientes, data de los 2000 y si bien no comparto sus números si que los considero como posibles y ofrece unos similares a los de Sapper. La de Rosenblat, si bien me parece que puede que se quede un poco corta, ofrece una valoración más realista acorde a la geografía y la demografía de la época. Como referencia, se suele considerar que la población de toda Europa en aquella época no pasaba de los 70 millones y suele situarse en torno a los 50 largos, por lo que considerar que en América habría entre 90 y 120 millones de habitantes me parece como poco, algo inflado y exagerado. Este dato no lo suelto al azar, tengamos en cuenta que los indígenas tenían una más que notable fragilidad biológica que les hacía vulnerables a multitud de males y reducía su esperanza de vida; per se, en Europa ya era complicado soportar las plagas y enfermedades.
De la época seguro que alguna vez han oído acerca del fraile Bartolomé de Las Casas y sus estimaciones. Según estas, la población aniquilada ascendería a más de 20 millones y las principales causas que citaría serían la esclavitud, la explotación y la conquista militar. Existe un debate académico bastante amplio sobre estas estimaciones y su validez histórica. Personalmente yo soy de los que consideran absurdas estas cifras, porque por los medios de la época realizar una aniquilación de esas características durante el Tiempo que Las Casas estuvo en vida tras la llegada a América supondría una cantidad de muertes ampliamente superior al millar diario; casi nada vaya. Estos registros superarían incluso en algunos puntos a otros de la Segunda Guerra Mundial, casi 500 años antes y con una tecnología mucho más atrasada, ridículo.
El bueno de Las Casas no pretendía iniciar una Leyenda Negra, su intención real, como buen hombre de Iglesia, era evangelizar y proteger a los indígenas y a los pueblos autóctonos de la explotación, la servidumbre, los abusos y las matanzas. En cierto modo consiguió lo que quería, pero lo hizo mediante el falseamiento de datos, la controversia y el debate. De modo que sí, el tipo tenía buenas intenciones, pero lo que él desconocía es que sus obras y escritos serían uno de los puntos de partida de la Leyenda Negra, que se alimentaría de los datos que Bartolomé daba en sus obras.
Sean cuales fueren las cifras exactas, es sabido actualmente que más del 90%* de la población de América murió debido a las enfermedades y las plagas. La más devastadora fue la de viruela, que contaba sus victimas en 1 de cada 3 personas. Particularmente violentas fueron estas plagas en el corazón de los dos grandes imperios precolombinos, el Azteca y el Inca. De hecho de no ser por las tensiones internas y las plagas el contingente español jamás habría podido vencer a ambos con tan pocos efectivos. Cuando los españoles llegaron a Lima, por ejemplo, la inmensa mayoría de la población ya había sido diezmada.
*Nota: Del total de muertos
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“Mercado en Tlateloco”, por Murales Rivera. Así debía ser la imponente México-Tenochtitlán. Una ciudad muy avanzada y desarrollada sin nada que envidiar a las de los otros lados del charco. |
Por otro lado, la cuestión de las disputas internas y el malestar social es también muy importante para disipar cualquier duda de genocidio. Previamente a la llegada de los españoles, el despótico gobierno autóctono era propenso a generar malestar general en todos sus dominios. Si bien su organización no era intrínsecamente mala, sus sangrientas costumbres y tradiciones así como lo tiránico de su propio sistema condicionaron un número importante de deserciones al bando español al darse su llegada. Las decapitaciones, mutilaciones y asesinatos rituales, lejos de ser la principal causa de tensión interna, eran un añadido más del tipo cultural que facilitó la conquista. Entiendo que eran cuestiones culturales y que mucho imbéciles dirán que hay que respetarlas o que para ellos era lo normal, ¿pero no es acaso también la ablación algo cultural y natural en las zonas donde se aplica? ¿hay que respetar también eso? La cultura precolombina, lejos de ser como la pintan artísticamente, tenía muchas luces y sombras. Era muy avanzada dentro de lo que cabe, tenía su propia organización, sus propios métodos para la arquitectura, la agricultura... y hasta su propio ocio (a pesar de lo desagradable de eliminar a los perdedores). Pero también era una cultura en la que corría la sangre, había muchos sacrificios y mucha tensión previa a la llegada a América.
Un ejemplo de apoyo nativo a los españoles es, por ejemplo, el del Señorío de Tlaxcala, enemigos tradicionales de sus vecinos, entre los que destaca el Tenochtitlán. Hartos del Imperio Azteca, vieron en la llegada de los españoles una posibilidad de evadir las presiones a las que estaban sometidos. De forma y manera que sí, hubo grupos indígenas importantes que apoyaron la conquista de los españoles.
Hay quién defiende que los indígenas estaban en una especie de utopía antes de la llegada de los conquistadores para así agravar a un más la Leyenda Negra, pero no, no era así. La situación si bien no era catastrófica, distaba mucho de ser una maravilla. Ahora vamos con lo que sucedió en realidad.
Todo lo que dice la Leyenda Negra es completamente falso, pero tampoco puede uno agarrarse a la Leyenda Rosa con la que tanto se masturban los exaltados y patriotas nostálgicos de la época imperial. Ni era tan fea ni fue tan bonita la conquista. Lo primero que me gustaría resaltar es lo positivo, y luego centrarme en lo negativo, para que podáis contrastar datos y hechos y poder hablar con propiedad del tema.
Pocos años después de la llegada a América y el comienzo del proceso de conquista se promulgaron las Leyes de Burgos, que se centraban en la población indígena y sus derechos. Lo bueno de esto es que se abolía todo tipo de esclavitud para con los indígenas y se establecía la obligación de pagarles un justo salario por su trabajo. Se les obligaba eso sí a ser cristianizados y educados en la Fe, pero estas leyes los hacían súbditos con todos los derechos que tenían los españoles. Sí sé que alguno de ustedes, listillos postmodernos estará pensando “Bueno, pero el hecho de que hagan esas leyes no garantiza que se vayan a cumplir” pero en aquella época eran más listos que vosotros y para garantizar que esto se llevaba a cabo se establecieron también el Requerimento y la Encomienda. El primero de ellos tenía una función simple, exigía a las autoridades americanas la conversión a súbditos de leyes españolas, incluida esta última. La Encomienda era por otro lado una institución que establecía la relación trabajo-salario.
En un principio la encomienda era a perpetuidad y solía terminar en un modelo de explotación similar al trabajo forzoso, pero tras las denuncias de Las Casas o Montesinos el modelo cambió y pasó a ser de dos años. No fue sin embargo hasta el establecimiento de las Leyes Nuevas en 1542 cuando se erradicó finalmente la explotación y el trabajo forzoso y se consolidaron las medidas de las Leyes de Burgos. Esto sepulta la cuestión de la esclavización de la población indígena que tanto dicen los ofendiditos que existió.
Resueltas ya las cuestiones de las matanzas y la esclavización quedan aún dos en el aire. Una de ellas es la cuestión del saqueo, principalmente de metales preciosos. Solo resta decir que, de todos modos, en América no se valoraba tanto este tipo de objeto, por lo que el hecho de extraerlo y mandarlo a Europa no fue tan notable como parece. Y por último el tema de las violaciones y matanzas, que es algo que si bien sucedió, como ya dije antes no fue con la frecuencia que la Leyenda Negra y los pijoprogres aseguran. Todo Imperio, Reino, República o Nación conquistadora roba, saquea, viola y mata. Es un hecho inexcusable pero propio de toda conquista y situación bélica. El Imperio Español, si bien también cometió estas barbaridades, no lo hizo en la cantidad que se le suele achacar. De Facto, fue uno de los que más se preocupó por el bienestar de los conquistados dentro de lo que cabe esperar de unos conquistadores. No solo fundó hospitales, universidades, ciudades y tribunales y juzgados en todo el Tiempo que el territorio americano fue de jurisdicción española, sino que también contribuyó al desarrollo urbanístico, a que la promoción social fuese en base al mérito, a las elecciones locales, al tremendo desarrollo cultural y a la protección económica de los trabajadores, principalmente en las minas.
Esto es estrictamente así, y al que no le guste que se joda. Naturalmente el comportamiento despreciable de algunos estúpidos que se dedicaban a violar, matar o explotar es completamente inexcusable y debe ser siempre castigado con todo el peso de la Ley. Pero no por un pequeño numero de escoria debe decirse que el Imperio Español fue a todas luces un Imperio genocida y cruel que en su labor de conquista solo quería ver correr la sangre y la crueldad, porque esto es falso. Lo bueno no puede quitar lo malo, pero lo malo no puede quitar tampoco lo bueno.
A lo largo de la Historia se encuentran siempre los mismos patrones repetidos, de modo que las acusaciones que entonces recaían sobre el Imperio Español recayeron en su momento sobre el Imperio Romano y volverían a aparecer luego con los Imperios Británicos, Francés y la ahora voz cantante del mundo, los Estados Unidos de América. Todos sabemos que en cada uno de los casos sucedieron atrocidades, en algunos fueron más, en otros fueron menos. Pero es imposible contener al único y verdadero impulsor de tales cosas, uno que está más allá de cualquier Imperio o Nación en toda la Historia: la Naturaleza Humana.
Las Civilizaciones Mesopotámicas, las más antiguas que recuerda el hombre junto a la egipcia, ya mostraban estas conductas en algunos de sus sujetos, como en cualquier otra, vamos. ¿Qué les hace pensar que ahora iba a ser distinto? Pero aún así, no solo las naciones imperantes son las que han aplicado esto, también lo han hecho sus rivales, aliados, vecinos y enemigos. Por fortuna -y rompo una lanza aquí en favor de los Antiguos, los Romanos y los Españoles- estos casos no pasaron de ser minoritarios y aislados. No puedo defender aún así a los más modernos, pues a partir del Siglo XX la crueldad ha alcanzado nuevas cotas. Los Imperios Británicos y Francés siguen un camino similar al Español, con sus cosas buenas y malas.
Existe una Imperiofobia natural a todas las generaciones jóvenes que encuentra en todas las acusaciones que se hacen un refugio para sus ideas sin estructura. Sin embargo, no es justo dejarse engañar por los actos minoritarios. Unos pocos no deben o pueden cambiar lo que hicieron, hacen o harán muchos. El Mundo no es ni blanco ni negro, es gris como lo soy yo. El que quiera encontrar una civilización o sociedad modélica busca una quimera imposible. Una ilusión infundada e imposible de realizar. Preliatore, servidor, habiendo vivido eones por todo el Universo, aún no ha encontrado tal perfección siquiera en las sociedades divinas y trascendentes. Al final, la cura a esa Imperiofobia no es otra que asumir la realidad.
Por último, si que debo reseñar que el mayor daño que ocasionó la Colonización de las Américas a los pueblos indígenas fueron en sí las grandes reformas estructurales y sociales que se llevaron a cabo. Estas reformas acabaron por quebrar la de por sí frágil organización de los indígenas y supusieron un cambio tan drástico que fue difícil de asimilar para todos. No solo fue un cambio drástico en la forma de vida, sino que también se aplicó a la Religión y a las costumbres que, barbáricas o no, tenían ellos.
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Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada. O como yo siempre he preferido llamarle por motivos de Poder, El Rey de los Dragones. |
En lo personal creo que la Colonización de América por parte de los españoles fue un proceso finalmente más positivo que negativo por mucho que se quiera desprestigiar. No se pueden negar los crímenes cometidos tampoco, pero para aquellos que digan que no hay nada que celebrar, siempre queda recordarles que los españoles incluso hicieron por preservar la cultura precolombina mediante la instrucción y aún a día de hoy se preserva; trataron de modernizar las poco practicas estructuras urbanas indígenas que, si bien estéticamente maravillosas, eran poco útiles; se instruyó a la población indígena y se les procuró una sanidad; se les otorgaron instituciones dedicadas a la Justicia y su situación solo fue a mejor conforme pasaba el Tiempo. Desde la precaria situación de explotación inicial hasta la libertad completa. Hay que celebrar también la genialidad que es que tantos pueblos y naciones estén unidos por una lengua, una tierra y una cultura que va más allá de lo nacional. Se debe celebrar la unidad entre los mortales en uno y otro lado del charco, sus buenas relaciones y sus muestras de apoyo. La Hispanidad es mucho más que una festividad nacionalista como muchos intentan cada año señalar, es un día que refleja la evolución de una relación y un proceso histórico, social y cultural que va más allá del patriotismo, es el día en que se celebra una unidad entre personas, y no entre abstractas entidades políticas.
Sin más, no me extenderé, mortales. Hasta el próximo artículo. Aquí os dejo un poco de Bibliografía, por si os veis interesados en el tema y para demostrar que lo que digo es verdad (como siempre).
Bibliografía:
–“Born to Die”, por Noble David. Buena obra para empezar. Especializada en la cuestión de las enfermedades
–“La Población Indígena y el Mestizaje en América”, un título interesante de Ángel Rosenblat sobre el desarrollo del mestizaje.
–“The Native Population of the Americas in 1942”, a modo de recopilatorio ofrece diversas y variadas estimaciones de la población precolombina de todo tipo y de muchos autores, de los cuales he nombrado varios.
–“The Ecological Indian: Myth and History”, por Shepard Krech III. Para más sobre la organización y los modelos indígenas.
–“Numbers from Nowhere: The American Indian Contact Population Debate”, David P. Henige. El título es autodescriptivo
–“Vectors of Death: The Archaeology of European Contact”, de Ann Ramenofsky. Obra interesante para completar en general.
–“1492 and All That: Political Manipulations of History”, por Robert Royal. Probablemente una de mis favoritas de esta lista.
–“The Effect of Smallpox on the Destiny of the Amerindian.”, Wagner E. Stearn y Allen E. Stearn. Sobre la viruela, probablemente la más devastadora de cuantas enfermedades ha conocido el hombre. Como curiosidad, es sobre lo que más bibliografía encontrareis, pues fue sin duda la enfermedad más destructiva que hubo.
–“Indian Conquistadors: Indigenous Allies in the Conquest of Mesoamerica”, por W. D. Rubinstein. Sobre los apoyos que recibieron los españoles de la propia población indígena en la Conquista.
–“The First Horseman: Disease in Human History”, por John Aberth. Título autodescriptivo y completo sobre las enfermedades a través de la Historia.
–“Estructura político-territorial del Imperio tenochca. La Triple Alianza de Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan”, de Pedro Carrasco. Autodescriptivo
–“México-Tenochtitlan: su espacio y tiempo sagrados”, por Eduardo Moctezuma Matos. Datos interesantes sobre el aspecto religioso
–“Religiones andinas”, por Manuel Marzal. Lo mismo que antes, pero en el Imperio Incaico
–“Historia de los Incas”, de María Rostworowski. Autodescriptivo
–“Inca Culture at the Time of the Spanish Conquest”, por John H. Rowe. Lo mismo
–“Historia del Cuzco”, por Angles Vargas. Más todavía, por si no os ha quedado claro.
–“Imperiofobia y Leyenda Negra: Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio Español”, por María Elvira Roca Barea. Un muy buen título sobre el concepto mismo de Imperiofobia
Documentos Históricos:
–Tratado de Tordesillas, 1494
–Leyes de Burgos, 1512
–Leyes Nuevas, 1542
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