miércoles, 15 de agosto de 2018

Balones Largos

Sobre Fútbol y otros menesteres

Tenía pensado hacer un artículo únicamente sobre mis preferencias futbolísticas pero al final he decidido reconvertirlo en uno con algo más de contenido y que tenga sus cosas, un artículo de esos que gustan a los buenos lectores. Aprovecharé para decir cuales son mis equipos favoritos de según que liga ya que estoy en ello, pero también haré una defensa del fútbol como deporte que creo que es bien merecida y no veo que nadie haga, sobre todo cuando los presuntos críticos venidos de la lamentable Justicia Social Millennial y Centennial, quienes desde su posición privilegiada critican al fútbol diciendo que es algo que obstruye sus “ideales” y es un presunto instrumento de “alienación” que aborrega a las clases obreras, de las cuales ellos por supuesto ni forman ni formarán parte en su vida. También atenderé las críticas que vienen de los propios futboleros, que son las que me parecen más respetables y que muchas veces hacen referencia al “Fútbol Negocio”, una cuestión que sí es interesante, no como la basura que uno se encuentra en el vertedero que es Twitter o en similares como Instagram, sitios en los que los predicadores de la nueva ilustración (recordad este concepto, algún día iré a cuchillo a por él en un artículo) solo sueltan bilis. Vamos allá, hoy la Potencia it's coming home! 

St. James Park, justo detrás del Arco de Chinatown en Newcastle. Bonita postal

Bueno chavales, para empezar me gustaría desmontar eso de que el fútbol es un instrumento de alienación. Vamos a ver, el que diga que el fútbol es instrumento de alienación probablemente no sepa siquiera que es estar alienado o “aborregado” según la asquerosa bilis progre. Lo más normal es que los millones de tontos que digan esto piensen que el fútbol es una herramienta del poder, la clase política o los medios de comunicación para que la gente quede abstraída y olvide los problemas reales que un pueblo, ciudad, nación o el propio mundo puedan tener. Por supuesto a ellos, mentes brillantes y superiores que están en un estado de supremacía trascendente y llegan al nivel de Los Arcontes y que superan a los Anunnaki, les suda la polla el fútbol y no están alienados por eso. 

Pero es que siguiendo su lógica de colador -porque más que lógica parece un colador que hace aguas por todos lados- cualquier cosa o actividad en el mundo que suponga una distracción o divertimento es un instrumento para aborregar. El trabajo no es alienador, que va. La culpa es del fútbol hombre, que distrae de los verdaderos problemas. Que yo sepa un partido de fútbol dura 90 minutos, 120 negociables si queréis pensar en los que tienen prórroga. En el trabajo te puedes llevar de 8 a 12 horas en las abusivas jornadas laborales que uno se puede encontrar si mira con detenimiento a su entorno. Hagan entonces sus cálculos. ¿90 minutos o 8-12 horas? ¿Qué es lo que aliena y aborrega más? Pueden decir que el trabajo es necesario para vivir y demás, y que está remunerado, pero no sean ustedes planos; el trabajo, por como se plantea en la sociedad liberal para las clases medias (que no existen, pero bueno) y bajas es a todos los efectos el mayor triunfo del Capitalismo en cuanto a instrumentos de alienación. Frente a él, el fútbol es una cuestión anecdótica. Pongo este ejemplo porque gran parte de la población que sigue el fútbol con más intensidad forma parte de ese grueso de gente que trabaja de media 8 horas diarias. 

Lo peor del fútbol en este sentido es, en todo caso, el temible post-partido. El partido dura 90 minutos o como mucho 120, pero lo que puede dar para hablar tiene una proyección de hasta semanas. De todos modos, lo que da para hablar un partido es aún así poco cuando se compara con lo que uno tiene que trabajar en toda la semana sin poder pensar entre tanto en otra cosa. Pero como iba diciendo, los tontos estos que piensan que el fútbol aborrega deberían pensar por esa norma que todo lo demás también es algo que sirve para aborregar. Desde leer un libro hasta escuchar a una canción pasando por ver una serie de esas que tanto les gustan y ven por las plataformas de streaming a las cuales están completamente enganchados como zombies. Series que, por cierto, divinizan a narcotraficantes, tocan temas de Social Justice Warrior alelado que solo piensa en pequeñeces o tratan pasteles adolescentes ultradepresivos y desfasados. No haré publicidad a estas series, sé perfectamente que sabéis cuales son.

Tengo que decir algo importante después de esta pequeña introducción que sirva como aclaración contundente, y es que cualquier cosa que cause un grado de dependencia o adicción descontrolada en lo que a Tiempo de Ocio se refiere aborrega a menos que puedas pensar o reflexionar sobre ella. Me explico, yo soy un seguidor ferviente del Fútbol y los videojuegos por ejemplo, pero en lugar de ponerme a discutir como un estúpido sobre si la acción de Benatia sobre Lucas Vazquez fue penalti en el partido del Madrid y la Juventus de hace varios meses me dedico a darle vueltas al deporte en sí, a lo que se puede sacar de él y a disfrutarlo tanto como sea posible. O en lugar de ponerme a actuar como si fuera un experto de la industria gaming, ver gameplays sosos y sin gracia de youtubers sin talento o hablar sobre un juego más que jugarlo me limito a jugar, platinear y completar una obra de arte, que es el verdadero fin de un videojuego. No es práctico a ningún efecto llevarse varios meses discutiendo sobre un penalti o ser un imbécil que se dedica a hablar con un aura de verdad absoluta sobre un videojuego cuando seguramente nunca haya completado uno debidamente o sepa realmente de qué está hablando. De hecho es incluso peor estar atontado por los videojuegos que por el fútbol, porque son dos tipos de imbécil, pero el imbécil de los videojuegos es de nueva generación y por tanto tiene más Tiempo, más proyección y más energía para... ser un completo pedante. Vamos a profundizar en esto

Si se fijan, la gente que solo habla de fútbol vive muy en el presente, comenta solo los últimos resultados y se olvida de ciencias estadísticas o históricos de campeonatos. Es la razón por la que un día pasan de adorar a Cristiano Ronaldo, Griezmann o a Messi hasta la idolatría y al día siguiente están diciendo que son unos inútiles que están acabados y se aproximan al final de su carrera solo porque en su último partido no actuaron como se esperaba. Entiendo que estos jugadores tienen un nivel de exigencia muy alto por ser quienes son, pero reprocharles un mal partido viendo las estadísticas a las que nos acostumbran en su carrera es absurdo. Por tanto, el idiota que cree saber de fútbol está muy anclado en su presente, y solo recurre a la Historia y la Ciencia cuando es para defender a su equipo, aunque seguramente no sepa como hacerlo correctamente, porque el medio de actuación típico de estos especímenes es cerrarse en banda y no reconocer nada a los demás, o hablando mejor en términos futbolísticos, ponen el autobús. Básicamente el futbolero de tasca y bar es un homínido que jamás reconocerá algo que pueda perjudicar a los jugadores que le gustan o a su equipo, sobre todo a su equipo. Cuando están en posición defensiva se limitarán a decir que su equipo es el mejor o que su estrella es mejor que la del rival. Cuando están en posición ofensiva harán exactamente lo mismo, pero haciendo énfasis en que los de los demás equipos son peores.

Esto es solo una de las muchas maravillas que nos pueden aportar estos individuos, porque en efecto hay muchas más. Entre ellas destacamos: Saber más del fútbol que el entrenador, el árbitro, los asistentes, los jueces de línea, el cuerpo técnico y ahora también más que el VAR (Es imposible, pero ellos pueden, están por encima de eso); saber mejor de gestión económica que los directores deportivos y los presidentes de clubes; tener ojo clínico para encontrar a los jugadores que deben o no deben ir a la selección; y ser por supuesto mejores que los propios futbolistas si la situación así lo requiere. En definitiva el futbolero adulto, cuyo habitat natural es el bar o el sofá de su casa, es más menos como el que habla de videojuegos, pero por fortuna no se lo tiene tan creído, es más vehemente y se limita a cerrase en sus opiniones sin reconocer nada, aunque eso sí, nació con el título de entrenador de élite bajo el brazo y nadie puede discutir eso. El futbolero joven, que es más activo y también más imbécil, habita en las aulas de las universidades e institutos y creen saber más incluso que los futboleros adultos o de tasca porque siguen más activamente la actualidad deportiva. Son por tanto más pedantes pero ya se les va notando desde temprana edad el código de conducta que caracteriza a los adultos. Empiezan a caer en eso de cerrarse en banda y aparecen patrones como el de las ayudas arbitrales, la suerte... lo típico vamos. En definitiva se puede sacar de todo esto que si nos ceñimos a esto el fútbol es en efecto un instrumento del poder para aborregar a las masas, pero es que porque existan sujetos así no debemos considerarlo de esa manera. Todo esto es aplicable por supuesto a todos los deportes con algunas que otras variaciones. Ahora comparemos esto con otras cosas en las que se invierte el ocio

Para hacer una comparación directa lo haré como es de esperar con mi otra afición. Los sujetos que creen saber de videojuegos y hardware relacionado con estos son más tediosos que los del fútbol. Los señores que saben de fútbol suelen ser más directos y menos pomposos a la hora de exponer sus pelotudeces y además no aportan demasiados datos a sus argumentos. El problema con los gamers es que hablan de forma que parece que lo hacen con propiedad y con información contrastada. Son como una especie evolucionada a la del futbolero, porque los gamers creen que lo que dicen es real al 100%, aunque no haya jugado una mierda o se haya parado a analizar el juego del que hablan. De hecho el problema con estos individuos es que todos suelen ser así. Esto implica que en un debate de gamers la discusión se vuelva absurda, diarréica, vacua, estúpida y ambas partes hagan lo que nadie espera que hagan, que es en efecto cerrarse en banda. Por lo que al final no son tan distintos como podría esperarse de los futboleros. La principal diferencia entre estas especies suele ser el estrato social (un pelín más elevado que el de los fútboleros en algunos casos), que hace que los aires de superioridad de los gamers crezcan. Es importante reseñar que a veces ambos sujetos se mezclan en uno solo y las diferencias sociales desaparecen. Esto sucede cuando encontramos el caso del Jugador del FIFA o el del Futbolero Tuitero. Ambos tipos son variantes jóvenes que han proliferado en los últimos años.

Ni que decir hay por cierto que la mayoría de gamers acaban también con implicaciones en muchos de los berenjenales políticos y sociales de los mongolos jóvenes postmodernos. El que quiera entender que entienda, aquí se habla en clave para evitar la censura de nuestro Tiempo. Ya lo explicaré en otro momento, y cuando llegue probablemente sea el articulo más poderoso del Universo. De todos modos el turno de los gamers está también cerca.

Pero como pueden ver, la diferencia entre la bola de estúpidos que sigue el fútbol religiosamente creyendo alcanzar la omnisciencia en este área y la que conforma la repulsiva comunidad gamer es muy parecida. Solo cambia a veces el estrato social, que como siempre es un factor determinante ideológicamente en los individuos de una sociedad. Así que las ratas que decían que el fútbol era un instrumento aborregador del poder y -ojo a la nueva etiqueta que me he llegado a encontrar- contrarrevolucionario (equis de) que vayan saliendo del buque anegado. Por si aún se resisten, acudiré ahora a otras de las formas de ocio que son omnipresentes.

Los seriéfilos y cinéfilos. Estos también incurren en la misma problemática que los estúpidos que van de gamers: La pedantería. Pero no se queda ahí la cosa, estos especímenes son LOS PEORES con diferencia. El gamer es pedante por vocación, pero el cinéfilo o el seriéfilo lo es por naturaleza, está impreso en su ADN y su mente, superior incluso a la del gamer y el futbolero, es capaz de procesar todo aquello que es bueno o malo e inmediatamente clasificarlo con sinopsis y reseña en apenas dos segundos. El cinéfilo o el seriéfilo es un individuo tan poderoso que su mente es lo más próximo a la inteligencia suprema que existe en el mundo. Está por encima del resto moral y mentalmente, siendo la realidad su único punto débil, pues evidencia que en la mayoría de los casos son completos subnormales. Por suerte la realidad a la gente se la suda en demasía porque estamos en el Siglo XXI y está casi todo mascadito para que no haya que darle muchas vueltas. Así que estos individuos tienen su fachada intacta y pueden creerse que son lo que he dicho que son. Todo mentira por supuesto, posiblemente sean unos piltrafas de escasa valía mental cuya baba llega hasta el suelo mientras ven cualquier refrito de serie de hace 30 años en su plataforma de streaming de confianza.

No solo son pedantes, sino que en el caso de los seriéfilos, siguen las series hasta el punto de la adicción, pensando a veces hasta la obsesión en cuando sacarán el próximo capítulo o la siguiente temporada. El cinéfilo por su parte no tiene esta obsesión pero son incluso peores. A imagen y semejanza de su contraparte del fútbol, el cinéfilo nace con capacidad para dirigir una película; discernir entre buenos y malos actores; ser técnico de sonido, figurante, guionista, cámara, productor y actor, y al mismo Tiempo si hace falta; y lo más importante, puede criticar todos y cada uno de los aspectos de un film como si hubiese visto todas las películas del mundo 10 veces y lo llevase haciendo toda la vida.

Existen otros tipos de sujeto de este estilo. Como los melómanos y los bibliófilos o los lectores empedernidos. A los que también haré mención, obviamente. Se creerían que se iban a librar o algo.

De los primeros de ellos, los melómanos, se destaca actualmente su afán por ser diferente, un resquicio apestoso de principios de los 90 que debería haber muerto junto con el Grunge, en consecuencia a este fan se lleva dando desde hace unos años un auge tremendo de la música indie que, dicho sea de paso, no sé que tiene de indie cuando la escuchan millones personas y se vuelve asquerosamente comercial. Los melómanos van de tapados, parece que no son tan pedantes y petulantes como los demás, pero pueden llegar a ser peores y despreciar a los demás por gustos musicales, estableciendo una relación muy cuestionable entre el género que escuchan y su inteligencia. De entre toda esta plétora de cinéfilos, seriéfilos, gamers y futboleros cualquiera puede ser el más despreciable, pero los melómanos parten con ventaja cada vez que mencionan el presunto estudio que relaciona los gustos musicales con la inteligencia de la persona. 

La música es por derecho el instrumento del poder por el que mejor se puede influenciar a la población. Es donde mayor fervor se levanta entre los fanáticos respecto a sus ídolos. A veces se alcanzan puntos enfermizos. Esto pasa con todo, sí, pero se dan demasiados casos en la Música, madre del fenómeno de los fans, las grupis y demás. El escándalo suele estar garantizado. Pero el influjo sobre los mortales aún más. Supongo que no es necesario recurrir a ejemplos, ¿no? Si así es pedidlo, tengo muchos.

Por último los lectores empedernidos son, quizá, los huesos más duros de roer y los que más dolor de cabeza pueden llegar a dar. Esto es simple y llanamente porque casi nadie lee tanto como para poder considerarse como tal, pero los pocos que lo hacen y lo hacen seriamente y con frecuencia son sujetos de pico de oro e inteligencia entrenada. No negaré que sea algo bastante bueno el leer mucho -sobre todo si lo haces con buenas piezas- pero tampoco ocultaré que el simple hecho de hacer esto hace que te alejes cada vez más de la información real y del presente. Así que, como pueden ver, la literatura puede llegar a ser también otra forma más de alejarte de lo que se te quiere tener alejado.

Vosotros me diréis, pero yo creo que todos y cada uno de estos sujetos alcanza un grado de gilipollez, pedantería, petulancia o prepotencia importante, ¿no? He visto necesario señalar todo esto porque veo que se carga demasiado contra el fútbol por decir que es algo para entretener a las masas. Pero damas y caballeros lamento desilusionarles, todas y cada una de las ramas de la Industria del Entretenimiento y/o los Medios de Comunicación tienen la misma función. Tienen varias de hecho, algunas positivas y otras negativas. Seré justo y diré ambas partes.

La Industria del Entretenimiento se porta bien para según que cosas y mal para otras tantas. Por un lado nos ofrece incontables formas de pasar el Tiempo sin caer en el temible aburrimiento y de satisfacer los gustos que cada uno tenga. También crea maravillosas obras de arte con muchísima calidad. Da aquello que en mayor o menor medida se puede llegar a necesitar fuera de las necesidades fisiológicas y lo hace con amplísima variedad. Pero sucede algo que me parece y resulta inevitable, siempre creará una distracción. Como pasa tantas veces quizá lo que diga ahora vaya a parecer sorprendente, pero lo voy a decir.

Solo está parasitado -si jugamos en mis términos porque estoy hasta el nabo de usar sinónimos de borrego- el que quiere estarlo. Puede parecer que defiendo al poder o a la industria, pero sed objetivos como lo soy yo ahora mismo y pensad esto: A ti la Industria en ningún momento te dice como tienes que estar o que hacer. Puedo aceptar en un momento dado que la Sociedad y no la Industria te imponga unos determinados valores y cánones, pero en última instancia es solo la propia persona quien decide asimilarlos o no. El hacerlo o no tendrá sus consecuencias* naturalmente, siendo la aceptación social algo que da muchas ventajas y el rechazo a sus normas algo que te hará perder enteros.

*Nota: En ningún momento incluyo aquí el ámbito laboral, en el que se imponen normas y cánones pero va en otra dimensión aparte de lo social aunque se vea influido por esto.

La industria sin embargo es mucho más sutil y muy astuta. Nunca te presionará directamente para que hagas algo, el hacerlo o no saldrá únicamente de ti y culpar a la industria es una excusa moribunda para tapar el escaso autocontrol que tienen los humanos. Los encargados del entretenimiento son muy avispados, no pensaríais que iban a coger a los primeros matados que pillasen, ¿no? Los artistas, deportistas y figuras mediáticas cumplen con su trabajo y de hecho muchas veces son individuos admirables. Pero lo que hay detrás de ellos forma parte de una Superestructura (curioso que use esta palabra, puede que no sea casual) con un entramado comercial, publicitario y hasta psicológico importante. La influencia en la vida cotidiana del entretenimiento es incuestionable, por lo que se ve que estos tipos hacen un trabajo fenomenal. Empezaré a darle la vuelta a lo que llevamos artículo, pero antes hay que dejar algo más evidenciado cual es el trabajo de estos tipos.

Cine, televisión, literatura, música, videojuegos, entretenimiento, deporte y arte en general son en sí unas geniales formas de invertir el Tiempo. Y sí, aunque existen sujetos -tanto fanáticos y seguidores como artistas y personalidades- que envenenan y destrozan la imagen de estas nobles pasiones, no hay que negar que en realidad son una magnífica expresión del talento, la creatividad, los sentimientos y ojo, también la Realidad. Los buenos artistas y personalidades y su tan necesario público son el pilar de todo pero el papel de la Industria sin embargo es también muy importante.

La Industria por su parte es en efecto un instrumento del Poder como otro cualquiera y que naturalmente tiene un comportamiento más o menos predecible ya que se mueve casi todo el Tiempo por dinero, pero no es tonta y sabe como actuar siempre. También tiene muchísima habilidad para influir en los gustos de cada persona para hacerlos más comunes y por tanto crear una tendencia. En la sociedad contemporánea las tendencias se suceden con un ritmo constante pero siempre bien medido y un estudiado. Es por supuesto adaptable, se amolda a casi cualquier sujeto para ofrecerle algo que seguro acabará gustándole mediante los géneros, ¿o acaso conocen ustedes a alguien a quién no le guste ningún tipo de canción, libro, película, juego, deporte...? Y ante todo es por desgracia un negocio, algo que está hecho antes que para manipular, para sacar dinero. Los progres tienen la infundada manía de que la única información válida es la suya y les quieren manipular constantemente, pero la prioridad número 1 es exprimir sus carteras, no lo que les quede de mente si es que les queda algo. Además como digo para eso ya están ellos mismos.

Esto es como con la prensa, que siempre se dice que manipula la información al dar una noticia. Mire usted, pues sí y no al mismo Tiempo. Normalmente cuando uno acude a la prensa sabe perfectamente qué está haciendo y va a un diario que se adecue más a su posición ideológica, de modo que a ti no te están manipulando, porque vas a leer ese diario con la intención de que confirme tus suposiciones. Es sesgo de confirmación, no manipulación. Pues cuando uno consume productos de la industria del entretenimiento lo hace bajo su propia responsabilidad, y no debería ir más allá de eso. Sin embargo los mortales hacen de eso una justificación de su estupidez.

Vamos, como dije, a darle la vuelta al articulo. ¿Qué sucede con la gente que de verdad disfruta de lo que le gusta? Esta es la que debería ser la cara A del ocio y el entretenimiento. Por supuesto que existe mucha gente a la que le encanta el fútbol y no se comportan como los cuñados de barra de bar. Hay también gamers que disfrutan de los videojuegos y no los analizan minuciosamente solo para hacer críticas destructivas y dejar claro que son unos entendidos. No olvidemos el caso de los melómanos, cinéfilos y seriéfilos, que también los hay que saben disfrutar de sus pasiones.

Esto realmente es como todo en esta vida, tiene un lado bueno y uno malo. Hay gente que sabe disfrutar de lo que le gusta sin hacer daño a nadie y de forma apropiada, y hay quién simplemente es estúpido y envilece la imagen de aquello que es por naturaleza hermoso con sus malas acciones e inapropiadas conductas. La cuestión es que en este artículo he expuesto en primer lugar aquello que es malo para dejar patente que hay un número importante de tipos como los que he descrito y que de una manera u otra acaban afeando aquello que dicen seguir o admirar. Decir todo esto era necesario para limpiar no solo la imagen del fútbol, sino la de todas las artes, aficiones y formas de ocio que he mencionado; que muchas veces sufren de injustas críticas por culpa de esta bola de insufribles pedantes, simios, payasos e imbéciles. En esta ocasión nos centraremos en el fútbol, porque es lo que toca pero tomadme la palabra, porque hablaré en otro momento del resto.

El fútbol es el deporte rey en estas tierras y el que más pasiones levanta en esta parte del mundo. Pero por otro lado no es ni lo único ni lo que más se nota aunque lo parezca. También mueve dinero, mucho dinero.

El componente económico es aunque me duela reconocerlo el que más afecta al rendimiento deportivo, y esto es estrictamente así en cualquier deporte, sea cual sea. El equipo que más invierte es el que mejor suele rendir. O dicho de otra forma, el equipo rico siempre será mejor que el equipo pobre, porque ha invertido más y sus jugadores serán de mayor calidad. A veces se dan carambolas como la del Leicester o el Montpellier en la Premier y le Ligue 1 allá por las temporadas 15/16 y 11/12 respectivamente. Pero son casos aislados, no es algo que pase cada año. Aún así admiro bastante a estos equipos que aparecen de forma espontánea cada cierto tiempo. A su favor decir que desde que ganaron la liga han conseguido cierta mejoría en cuando a rendimiento y algo de estabilidad, pero no estarán exentos de futuros problemas al no tener peso competitivo. Ya saben, el Fútbol también tiene su propio Metagame.

Tomando como referencia la liga española, a la que llamando por su nombre De Facto denominaré La Liga, nos encontramos por ejemplo un campeonato que más que un campeonato es un duopolio del Barcelona y el Real Madrid. En esta liga siempre he tenido predilección precisamente por el Real Madrid, mas eso no me impedirá reconocer que Barcelona y el Madrid son los únicos equipos con opciones reales de ganar La Liga. De vez en cuando aparecen terceros en discordia cuya presencia se nota pero no influye demasiado, ahora le está tocando al Atlético de Madrid, en su momento fue el Valencia y hubo un Tiempo en que se estimaba al Sevilla. Pero ninguno de estos equipos, claramente inferiores al Madrid y el Barça, tienen poder para consolidarse. El Atlético se aproxima pero lo hace a un ritmo muy lento que no le permite establecerse como candidato firme. Recordemos que el Atlético que nos está tocando vivir recuerda mucho al Valencia que yo vi perder por televisión dos finales de la Liga de Campeones a medio camino entre el final del milenio y el comienzo del nuevo. A veces la Historia está condenada a repetirse, y las decepciones de los aficionados también. Quizá esta temporada que entra hay algún equipo que dé la sorpresa, aunque en una liga tan aburrida y poco competitiva como la española en la que si se compite es por el tercer o el cuarto puesto es algo bastante improbable. De los puestos de Champions para abajo hay algo más de emoción, sobre todo en la pugna por los puestos de Europa League, que siempre suele estar mucho más de emoción.

Es indiscutible que el Madrid es el mejor equipo de la Historia. Puede tener años malos, épocas de sequía, temporadas nefastas y partidos terribles, pero atendiendo al histórico y a la estadística -cosa que los mortales no suelen hacer- es innegable que el Real Madrid es el Mejor equipo de la Historia le pese a quién le pese. No hay época suya en la que su forma de jugar me parezca aburrida, siempre me entretienen sus partidos y su juego, así como los jugadores que militan en él. Antaño veía en la tele sus partidos sin tener mucha idea de lo que había detrás del fútbol, con una alineación en la que aparecían nombres como Figo, Beckham Zidane, Ronaldo, Raúl, Roberto Carlos... Ahora, incluso sabiendo más del mundillo y lo que tiene detrás, este equipo consigue hacer que me olvide de esa cara B que tiene cuando veo sobre el campo a jugadores como Modric, Marcelo o Kroos. Una lástima la marcha de Cristiano Ronaldo, uno de los mejores jugadores de la Historia y probablemente mi jugador preferido de los últimos años. Sin él debo reconocer que el equipo no rendirá igual, y aún queda mercado de fichajes, esperemos que no me lleve otro disgusto.

Aquella final, aquella volea, aquel gol...

Con el Betis, equipo que me cae simpático, me pasa lo que le pasa a mucha gente. Es un equipo humilde y sobre todo bastante como digo simpático. Es imposible que a alguien le caiga mal el Betis, a menos que sea del Sevilla, claro. No tiene un palmarés demasiado extenso o muchos jugadores de renombre en su plantilla, pero es uno de esos equipos dinámicos y que cada temporada pueden sorprender para bien o para mal. Lo mismo un año aparece en Europa que al siguiente lucha por evitar el descenso y viceversa. Equipos así le dan algo de vida a este deporte. De alguna forma siempre me pareció un buen equipo no por calidad sino por lo que representa en espíritu.

La Premier League por su parte es la que considero como mejor liga del mundo. Es la más disputada, competitiva y la que más nivel tiene en general. Aquí soy un gran seguidor del Newcastle United y del Tottenham Hotspur, también me gusta bastante el Manchester United posiblemente porque crecí con una de sus mejores épocas. Me gustaría detenerme en esta liga algo más que con la española y exponer por qué me gusta tanto.

Para empezar me gustan bastantes equipos que compiten aquí y de hecho raro es el que me desagrade o me cause antipatía fuera del City y el Liverpool, a los que no soporto. Los partidos son entretenidos y fluidos, suelen tener muchos goles y son bastante rápidos. Aparece mucho el juego aéreo, los balones largos, el fútbol más táctico... Y son los inventores de este deporte, merecen respeto por ello. Su origen es masónico, sí, pero ese no es el caso a tratar.

A diferencia de la liga española, aquí cada jornada es un mundo y los resultados no son tan predecibles o evidentes. En lugar de haber dos equipos fuertes pueden encontrarse 6 o 7 según quiera verse. Cualquiera puede ganar la liga aunque exista un “equipo fuerte” cada temporada que se postula como candidato al título. Y cualquier partido puede ser una sorpresa, cosa que le da mucha más emoción al fútbol. Por supuesto en esta liga se encuentran algunos de los equipos que más aprecio.

El Newcastle para empezar es un equipo que me gusta principalmente por su época de Alan Shearer, uno de los mejores jugadores ingleses de la Historia, y porque es un equipo humilde pero también mítico. Es por eso que una de las mejores cosas que servidor podría hacer y disfrutar en Inglaterra es ver un partido del Newcastle en el St. James' Park. Su época de esplendor fue ni más ni menos que hace ya más de un siglo, pero nunca ha dejado de ser un club con una bonita historia y un enorme prestigio.

El caso del Tottenham Hotspur es diferente. Al contrario que me pasa con la mayoría de equipos que me gustan, el Tottenham es un equipo que me gusta desde hace ya muchos años pero que se convirtió en uno de mis favoritos hace relativamente poco porque le he cogido mucho cariño en los últimos Tiempos. Hasta hace no mucho me gustaba bastante, pero no era de mis favoritos ya que por norma suelen ser mis favoritos los equipos que lo eran ya desde siempre. Los Lilywhites se han ganado su lugar entre mis favoritos a pulso en los últimos años, si tuviera que dar una fecha les diría que desde 2004 aproximadamente. 

Harry Kane es de hecho el jugador que más me gusta del momento con amplia diferencia. Puede que no sea el mejor, pero es un gran delantero que ya ha logrado muchos honores y reconocimientos individuales. No ha tenido la misma suerte su equipo que, en mi opinión, merece mucho más de lo que consigue por calidad, plantilla e historia. Espero que en los próximos años caiga algún titulo para las vitrinas.

Harry “Huracán” Kane, o como yo lo llamo “El Bicho Inglés”. Delantero estrella del Tottenham.

Manchester United, el último de los equipos que me gustan en Inglaterra, consiguió enamorarme a mediados y finales de la década de los 2000. Sin olvidar los años anteriores y posteriores a ese momento, esa época fue la mejor que recuerdo con Rooney, Neville, Ferdinand, Carrick, Giggs, Scholes y Ronaldo; casi nada vaya. Lo más influyente no fue esto como tal, sino su entrenador, Sir Alex Ferguson, al que considero el mejor de la Historia en su cargo. La Era Ferguson ha sido clave en la Historia Mancunian y siempre será recordada con añoranza por mi y por muchos otros seguidores y aficionados como una época dorada y una de las mejores que se recuerdan en el club.

En el Calcio, liga que también sigo con intensidad, aprecio al Inter de Milán por encima del resto de equipos, aunque también me gusta su eterno rival, el AC Milan. La razón por la que prefiero al Inter se encuentra en los años 60, y es ni más ni menos que la Grande Inter, que tomó el relevo del Madrid como equipo fuerte de Europa. Aunque mentiría si dijese que al igual que con el Manchester United no ha influido también el vivir aquel final de la pasada década con el legendario triplete del 2009.

Por otro lado el fútbol de esta liga no me gusta mucho que se diga. Es más defensivo y físico, hay menos verticalidad y velocidad en favor de un fútbol más lento y defensivo, sin demasiado gol y muchos más empates de los que me gustaría. Aunque es menos competitiva que la Premier League lo es más que La Liga. Quitando el monopolio de los últimos años de la Juve, hay más equipos fuertes que en la liga española.

En Francia encontramos la Ligue 1, dónde mi equipo favorito es el Saint-Étienne. Es un equipo de nivel medio, modesto pero con buen historial y que sabe responder, supongo que la razón por la que me gusta es su pasado glorioso. Le sigue el Olympique de Lyon entre los que me gustan porque me tocó vivir el Lyon de las 7 ligas, aunque también influye lo mucho que me gusta la ciudad como tal. La liga es una de las más descompensadas de Europa. Suele haber un equipo fuerte durante una época que eclipsa por completo al resto y luego pega un bajón, aunque los equipos grandes suelen ser los mismos. Su jugo está realmente en el ámbito financiero, pero entraremos en eso luego.

Otras ligas que sigo pero en menor medida son la alemana y la belga. En la alemana me gusta el Wolfsburgo aunque no sea un equipo que ocasione mucho revuelo o tenga mucha presencia internacionalmente. En la belga me gusta el Brujas desde que el mundo es mundo. Pero como ya os digo no son ligas que siga tanto. La alemana me recuerda mucho a la española por el duopolio Borussia-Bayern, que hace que pierda casi todo el interés. La belga tiene el mismo pecado, una dupla de equipos que está muy por encima del resto por lo general, en este caso Brujas-Anderlecht.

Tras haber expuesto todos los equipos que me gustan y haber comentado por encima las grandes ligas de Europa vamos a poner unos balones largos para hablar fuera de lo deportivo. Hay muchas cuestiones interesantes que se pueden sacar de aquí: ¿Cuánto dinero se mueve en un mercado de fichajes realmente? ¿Cuál es el comportamiento financiero de este deporte? ¿Cómo influyen los derechos televisivos en el fútbol y los equipos? ¿Quiénes manejan a los equipos y como se gestionan?. Trataré de explicar esto y mucho más en lo que queda de artículo en esta última parte del mismo.

Sí, lo dije al principio; si hay una crítica a este deporte con la que coincido es la que hace referencia al Fútbol Negocio, una denominación que hace referencia al fútbol moderno y actual tachándolo más de actividad financiera que deportiva. El fútbol ahora es una cuestión de dinero y esto es algo que cada vez se nota más. El dinero siempre ha influido mucho en el deporte en general, pues el que mejor equipo o medios tiene es el que suele triunfar. Sin embargo es en estos Tiempos cuando más notorio es este factor.

Empezando por el tema del mercado de fichajes hay que señalar que desde los 90 hasta hoy la tendencia ha sido generalmente alcista con algunos altibajos pero es en los últimos cinco años cuando se han producido los mayores ascensos e inflaciones, principalmente en los compases finales de los Mercados de Verano. Equipos que han sido influyentes en esto son el PSG y el Manchester City, cuyas multimillonarias plantillas se han formado tras gastos inmensos en el mercado de fichajes a golpe de talonario. La liga que más gasta es casi siempre la Premier League y la que tiene comportamientos más anómalos es la Ligue 1. La Calcio y la Liga española tienen por otro lado cierta estabilidad que solo se ve perturbada por algunos equipos.

Fijaos en este cuadro que os traigo vía Transfermarkt (grandísima página, aunque sea alemana). En él podemos apreciar el dinero que invierte una liga en fichajes y el que ingresa gracias a las ventas así como el balance general. La reina indiscutible en gastos e ingresos es naturalmente la Mejor Liga del Mundo, la Premier League. Le siguen desde muy lejos la Serie A y La Liga. Acerca del balance es llamativo que la Ligue 1 tenga uno positivo, pero esto se debe a que solo tres equipos son pujantes y el único que hace desfalcos es el PSG. Sobre las cifras en general señalar que, sin ir más lejos, el dinero que mueve la Premier supera el Producto Interior Bruto de muchos países pequeños, aunque claro, ¿a quién le importan Micronesia, Palau, Santa Lucía...? (Pues a mi, pero bueno, creo que a poca gente más además de a sus habitantes)

Por supuesto se trata de regular el flujo de capitales en el mercado de fichajes e incluso se imponen multas a los clubes que incumplen con el Fair Play Financiero. Algunos equipos multados son el City, el PSG o el Milan, pero tampoco parece que les importe demasiado gastar algo de dinero en las multas o cumplir con algunas sanciones, excepto en el caso milanés, que se ha notado un poco más.

Precisamente el PSG es el equipo que ha realizado los dos fichajes más caros de la historia. Uno fue el de Neymar por 222 millones de euros y otro el de Kylian Mbappe este mismo año por 135 millones. La presencia de los jeques ha sido desde luego clave para contribuir a esta inflación del mercado en los últimos años. El tercer fichaje más caro de la historia sería el de Coutinho por el Barça y le seguirían los fichajes de Pogba, Dembele y Cristiano Ronaldo (a la Juve, no al Madrid), todos por 105 millones sin contar variables.

Os traigo este cuadro de nuevo vía Transfermarkt. En él aparecen los 12 clubes que más dinero han invertido en fichajes desde la temporada 10/11 hasta el presente mercado. También presenta al igual que antes los ingresos por ventas y el balance final. Entre los equipos que más gastan es fácil encontrar por ejemplo a los mencionados City y PSG, llevados por jeques. Como podéis ver, son precisamente los equipos con el balance más absurdamente negativo de todos, aunque cierto es también que ni un solo club tiene un balance positivo. Por otra parte, el Chelsea, equipo que gasta como su puta madre siempre que puede, ha ingresado también una generosa cuantía en los mercados de los últimos ocho años. 

Poco se habla también de los derechos televisivos y el dinero que hay detrás. La cuestión sobre el reparto del dinero que generan entre los clubes siempre ha sido muy polémica en la liga española, en la que los equipos grandes cobran mucho más que los pequeños. Por contra en la Premier todos los equipos ingresan una buena cantidad por derechos televisivos, haciendo que el nivel económico de todos los clubes ascienda.

Hablando en cifras, los partidos importantes como una Final de Champions, de competición de selecciones como el Mundial o de partidos como el Barça-Madrid alcanzan los cientos de millones de espectadores. Como podéis imaginar los patrocinadores y anunciantes de estos partidos y o competiciones se parten la cara por conseguir aparecer en los entretiempos solo por esas jugosas cuotas de share tan bestialmente exageradas. Y no son precisamente baratos, se invierten muchísimos millones en los pequeños spots publicitarios que aparecen en el descanso. Por poner una comparación práctica, es lo mismo que sucede con la Super Bowl, evento deportivo por el que conseguir un anuncio puede costar fácilmente 100 millones. A veces el valor de un segundo es realmente grande, y esto es la prueba de ello.

Estas tablas muestran a la perfección lo que digo. Son algo antiguas, pero os aseguro que la situación no ha cambiado mucho que se diga. La primera es de las temporadas 12/13 y 13/14 y la segunda es de las temporadas 09/10 y 10/11. Esto evidencia que aunque es natural que los equipos mejor posicionados ganen algo más de dinero en algunos casos el reparto es algo exageradamente desequilibrado. Juzguen ustedes mismos. Lo de la Liga Española es bochornoso.





Ni que decir hay que todo esto que os estoy contando no son opiniones, son hechos, por lo que no pondré referencias como hago en el resto de artículos. Todo aquí puede contrastarse con una simple búsqueda de google, es vox populi. Demasiado que os he puesto unas gráficas para que tengáis referencia visual de lo que digo.

Lo más curioso de todo y lo último que quería aclarar es quién dirige los equipos. Estos tipos suelen ser empresarios, jeques o multimillonarios oligarcas rusos y chinos. A veces se da la casualidad de que son políticos, como pasó con Silvio Berlusconi o Jesús Gil, versiones del Sur de Europa de Donald Trump que gestionaron sus equipos con dudosa prudencia y como si fueran más mafias que equipos. Luego le pasó factura a los clubes, pero en su momento nadie cuestionaba los éxitos que pudiesen tener.

A veces, y este es el último balón largo por ahora, lo que está relacionado con los directivos se sale del ámbito deportivo y pasan a ser cuestiones que como poco son extradeportivas. Solo por mencionar una: Las declaraciones de Emilio Butragueño sobre Florentino Pérez, presidente del Madrid en las que lo califica de “Ser Superior” son de todos menos deportivas. Comprendo que es un señor que no ha hecho una mala gestión del equipo en general, pero esas declaraciones están sin lugar a ninguna duda completamente fuera de contexto.

Algunos de estos dirigentes son más o menos capaces mientras que otros son puros incompetentes sin capacidad de gestión que llevan a sus equipos a la ruina. No olvidemos nunca que estos individuos, ante todo, son hombres de negocio cuyo principal objetivo es su beneficio y luego, en segundo plano, el del club.

El Ser Superior presentando a Courtois como nuevo portero del Madrid.

Sin más, no alargaré más este artículo aunque podría escribir la Biblia sobre todos estos temas. Sé que una buena parte del artículo ha ido destinada a criticar el absurdo fanatismo de los mortales para con sus aficiones, pero era algo realmente necesario y que iré clasificando según artículos en el futuro. Por último decir que el Fútbol y el Deporte en general son la hostia y son para practicarlos y disfrutarlos, no para caer en la cansina y absurda paranoia de los subnormales que acaban criticándolo simplemente porque no les gusta. Y tampoco para ser un payaso corto de miras y de mente que solo piensa que su postura es la única y verdadera cuando habla. Eso sí, sobre el Fútbol Negocio volveré en otro momento.

Nos vemos en el próximo artículo, mortales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario