domingo, 4 de mayo de 2025

Una Historia de Amor

«La de los libros»

La travesía del Autobús es interminable, y por el camino hace muy pocas paradas. Si acaso, solo lo hace para repostar. No son para nada habituales ni las entradas ni las salidas de pasajeros, y de entre estas, lo son mucho más las entradas, porque cuando uno sube al Autobús es bajo la premisa y la promesa, no siempre cumplida, de no bajar. Porque, a diferencia del Infierno, aquí si hay libre salida, ¿Pero para qué subir en primer lugar al Autobús si tienes pensado bajar? Como pasajero puedes estar aquí todo el Tiempo que quieras y bajar en cualquier momento, pero como Conductor no se tiene esa buena o mala Suerte. Todavía habrá quien se piense que esto iba a ir de libros... pero no, va a ir de algo mejor, hoy hablaremos de una Historia de Amor que nunca sucedió. Una Historia de Amor que será muy difícil de entender. Pero deposito mi confianza en todos aquellos que la necesiten para ello. 

La Vida en el Autobús es durísima y no se la recomiendo a nadie que no esté convencido por sus ventajas. Por supuesto es una de Paz y Tranquilidad, pero el precio del Viaje es alto, quizá demasiado. Y pocos hay que estén dispuestos a asumirlo. Los caminos transitados por el simpático vehículo son solitarios, por lo que rara vez existe perturbación alguna, y a unos pocos nos basta con eso.

Pero hay algo en Preliatore de Hopeless Romantic, de irremediable Enamorado del Amor, aun sin ser por sí y para sí. Es conocida por algunos la tradición shipper que arrastro y que evidencia que algo de disfrute en el Amor que se produce entre los Otros. Porque por supuesto que las personas y personajes que yo digo tienen que estar juntos y amarse profunda y verdaderamente, es Ley Natural. Es conocido por otros el extraño gusto por la música de temática romántica, especialmente la más delulu posible, que con frecuencia domina mis listas sin ser única razón de ello lo pegadizo de sus melodías. 

En la Infinidad que es Preliatore, existe un lugar para el Amor. Pero es un Amor que por supuesto, y en un acto de osadía y rebeldía para con algunas de lo que él denomina sus divinas hermanas y hermanos, solo destina para sí mismo, como debe ser dicho sea de paso. No sería si no fuese así un sujeto tan insufrible y arrogante, especialmente en lo relativo a sus propias abstracciones, las cuales sostienen -legítimamente debo decir- el culto a su(s) propia(s) persona(s). Esto se debe a que en el Teatro que es el Mundo todos cumplimos con un papel en la función, y a algunos, dice, les toca interpretar un Solo. Aquellos que nunca conocen el amor o reniegan del mismo suben en la parada más cercana a este entrañable transporte con dirección a un oasis de paz y tranquilidad, caracterizado por su Serena Belleza. 

¿Puede algo cambiar este Destino? Cree Preliatore siempre en su propio designio por encima de aquellos del Theatrum Mundi, pero es sabedor de lo Imposible de su quimera. Preliatore tiene su propia Historia de Amor, y no por Imposible deja de Creer en ella

Acaeció hace ahora dos años que Preliatore fue preguntado por un buen hombre asolado por la desdicha en el Amor acerca de las posibilidades que tenía el común de los mortales para conseguir algo mínimamente próximo a una relación sentimental en los Tiempos que corren. Muy fácil, replicó el Maestro, lo único que debes hacer es tentar tu Suerte al girar una esquina y chocar de frente con una chica mientras ambos lleváis -por ejemplo- unos cuantos libros en las manos entre otras cosas, propiciando así que se os caigan al suelo. Después de una pronta disculpa, os ayudáis mutuamente a recogerlas y os las vais dando hasta que ambos alcanzáis al mismo Tiempo el mismo libro, haciendo que vuestras manos se superpongan durante un instante tras el que -tímidamente- ambos las retiráis con presteza sonrojados. Además, por algún azar ingobernable, tú te quedas con uno de sus libros y ella con uno de los tuyos sin que os deis cuenta hasta pasado un rato, libros que casualmente os hacen comprender que tenéis afinidad y compartís intereses e inquietudes. Esto conducirá irremediablemente a un segundo encuentro en el que surgirá la magia. 

La respuesta de quién me interpelaba ante semejante explicación no se hizo esperar: «Claro, en Estados Unidos jajajaja». La Verdad es que no puedo culpar al muchacho por su poca fe al respecto. Si bien la probabilidad de que suceda algo tal y como lo que yo expuse nunca es cero; sí que admito que son francamente bajas, máxime en esta parte del mundo. La Historia de Amor que propuse es más un Deseo que una Posibilidad, y poca Posibilidad hay para tal Deseo. No ya para mi mismo, sino para cualquiera. 

Esta Historia, que pasó desde entonces a ser universalmente reconocida como «La de los libros» en alusión a la chica que la protagoniza, nombrada mediante esa misma metonimia. La de los libros, como la vamos a llamar a partir de ahora, no es precisamente el ideal último y óptimo de compañera que tengo, como quizá recuerden algunos; pero es una chica llena de encanto, o así es como la veo en el recóndito rincón de mi Mente en el que fue entendida y descubierta. Presumiblemente con lentes por el contexto, tímida, dotada de gran intelecto y una belleza acorde al mismo, aunque bastante “sui generis”, seguramente rubia -más sobre esto a continuación- y ante todo y por sobre todo noble, pero de espíritu. Pareciera que, incluso en la moderación, el estándar está fuera de toda lógica. Y la historia que la rodea, por espontaneidad y conexión, no es concebible en un Mundo que Preliatore cataloga Sin Amor. 

Recordarán los más fieles y los que en su Omnisciencia me tengan presente que hace un lustro les hablaba un Preliatore del Pasado de ese Mundo Sin Amor. Allí explicaba mi hipotética relación ideal por consenso general, ¿No es cierto? Una basada en la lealtad, la confianza, el respeto y la libertad. Pero una en la que mi compañera debía ser -para ser digna de tal honor- mínimo igual de Poderosa que Yo, siendo realmente ese igual al menos un mínimamente superior e idealmente un ampliamente superior para superar ese mínimo. A mayor diferencia, mejor. Quien hizo la Ley, hizo la Trampa. Preliatore bajo ningún concepto reconocerá en este Mundo a alguien como su Igual, mucho menos como Superior. 

Y no es porque no me gustaría que así fuese, estoy seguro de que sería divertido. Sino porque el estándar es por defecto absolutamente inasumible, es una Diosa en la Tierra. Pero Preliatore, tú decides el límite de tu estándar; pueden ustedes cuestionar. Y sí, es correcto. No obstante, no es el único perfil por el que he mostrado cierta inclinación. Ya en su día, en uno de los legendarios Buzones -volverán, pido calma- expuse los distintos perfiles de persona que pueden ganarse en un momento dado mi atención. Y algunos de ellos no son tan inalcanzables. Para empezar vamos a explicar con más detalle antes de continuar a qué hace referencia eso de ser igual de Poderosa o más que Yo. Porque es una terminología difusa y poco entendible si no tienes mucho trato con el genio extraordinario. Realmente no hace alusión a un poder físico o literal, sino a una capacidad superior. La búsqueda de una compañera de mayor intelecto y Sabiduría, con una personalidad tan Fuerte como o más que la mía, y con una Presencia que me resulte muy difícil resistir o superar, un Aura si lo prefieren y como dicen ahora. Necesito alguien con quien pueda, de hecho, desarrollar un sentimiento de rivalidad. El perfil ideal, creo recordar que expuse allá en Loveless World hace ya años, era poco menos que una Princesa -Noble, recuerdo de hecho que he llegado a insistir alguna vez-, alguien a quien -recuerdo con exactitud esto- poder servirle el té para compartirlo con ella... ¿Más té, mi señora? Jajajajaja, ¡Por supuesto que no es viable! Tal cosa solo es posible en la Historia, en la Ficción y más allá de los Límites de este Mundo, porque el estándar de Preliatore está en aquello que le supera, y aquello que le supera no es en esta Tierra. No para él, al menos, que es lo que verdaderamente define. 

Pero otros perfiles hay que sé que por consenso ellos aclaman. La de los libros, encantadora donde las haya, es una de ellas; pero también está la rubia bubbly, porque Preliatore ama una personalidad burbujeante que contraste y combine con la suya, que también puede llegar a serlo en sus estallidos eléctricos. Delata esto además su preferencia por los dorados cabellos, quizá vinculada a la rareza y la nobleza que ansía en su máxima expresión, o quizá a aquello que ha visto dondequiera que lo haya visto. Por contraposición, es sabido que una mujer fría y profundamente esotérica (Ah, ¿Cómo tienes la audacia, muchacho? Tu y tu Infinita Contradicción) también es de agrado, por supuesto de intensa y marcada personalidad, y esa ha de ser morena, ¿Verdad?... Mas no hay Princesa para Príncipe destronado, y menos hay Reina para Rey sereno, dice Preliatore. 

El Autobús ha sido claro y es claro, venga quien venga. La Princesa, la de los Libros, la Burbujeante, la Esotérica... Las puertas están cerradas a la influencia de Venus. Sí, mi relación con ella pueden tener por seguro que ha mejorado mucho y nunca estuvo rota. Por Afrodita, como tengo por preferencia llamarla, solo siento respeto y... Amor, incluso, aunque del tipo correspondiente, por supuesto. Sin embargo, hay quienes tenemos un Alma que anhela Paz y Tranquilidad, que suspira por la Serena Belleza. El Autobús es mi Pastor, nada me falta. Y es en el Autobús además donde nacen las maravillosas Historias de Amor que nunca sucedieron, pero podrían a otros sucederle. Es aquí donde las contamos, y donde ella las escucha. Porque hay lugar en mi para su Don. Incluso cuando éste no sea para mi. 

La de los libros, quizá más factible en Estados Unidos como cree aquel chaval, es una de ellas. Y yo amo a la de los libros. Sin nombre, sin Ser pero aun Siendo. La chica con la que nunca tuve ese encontronazo al girar la esquina, con la que nunca intercambié libro alguno, a la que nunca vi, ni volví a ver. Y yo me pregunto cómo es posible, ¿Cómo es posible amarte tanto... sin ni siquiera haberte conocido?

Yo soy un Enamorado del Amor, y por eso estoy Solo. La de los libros no ha pasado por mi Vida, pero quizá lo haga por la tuya. O por la de algún otro afortunado que lo merezca. Tu que a ratos por mí has hablado puedes dárselo a quien por capricho desees, trayendo al fin un poco de Love al Loveless World. Confío en ti, en tu criterio, y me gustaría confiar en aquellos que elijas, pero le dejaré eso a quienes por ventura estén ahí para apreciarlo. El embrujo de tu Don no surte el efecto que debiera detrás de estas puertas, pero desearía que lo hiciese más allá de ellas. 

Soy un Enamorado del Amor en un Mundo sin Amor. Y solo quienes comparten mi Pasión entienden mi Locura. Que lo Evocador de mis palabras os sirva de guía. Daos vuestro Corazón, hacedlo Real, o de lo contrario olvidaos de ello. 

Por ahora esto es todo cuanto del Querer tengo que decir. Pero es algo sobre lo que volveré. Hasta la próxima, mortales. Hasta más ver, Amores que nunca tuve. Y hasta la próxima, Querida. 




viernes, 13 de diciembre de 2024

El Mal en la Otredad

 El Bueno soy Yo

Continuaremos próximamente con la serie de entradas, todavía sin catalogar, que permiten tener un mapa de qué y quién es Preliatore, de quién les habla a través de este medio, básicamente. Pero antes de eso, es importante explorar un tópico muy Poderoso, pero también muy peligroso. El Yo o el Nosotros frente a la Otredad y la identificación respectiva del Bien y del Mal con dichas partes. Y no hablo de mi en este caso, sino de la Narrativa subyacente en esta idea. Igualmente, existe una relación con lo que he estado tratando las entradas anteriores. 

Esto que se presenta aquí no es ninguna tontería y de hecho es mucho más complejo de lo que puede parecer de entrada. ¿Quién es el bueno? Yo, por supuesto. ¿Quiénes son los malos? ¿Pues quienes van a ser? ¡Los otros! ¡Claro! ¡Los Malos son Ellos! No voy a ser yo, ¿No?

Definir por contraposición y antonimia es una de las formas de asociación mental más primitivas pero rígidas y sólidas que existen en la Mente humana. Siguiendo una línea de pares conceptuales contrarios, los humanos tienden a entender su Realidad en clave dual. Este Dualismo que, insisto, es rígido y muy sólido, perdura y persiste por una sola razón: Porque funciona. El Mundo se entiende en un modelo de Blanco y Negro, y solo de vez en cuando y más recientemente aparece la idea de la Escala de Grises; pero esa Escala de Grises solo existe por y para cumplir una función intermedia en un par de conceptos contrarios cualesquiera, no puede existir sin ellos y, lo que es más, existe para adherirse a uno u otro en función de la posición que se considere dentro de la escala. Es decir, que fundamentalmente lo único que importa es el par conceptual en torno al que se articule la escala. 

Esto, y permítanme que empiece a dar espectáculo haciendo de las mías, no es ni Bueno ni Malo. Simplemente Es. Y es limitado, claro. Es impreciso también. Es inapropiado, tal vez. Es imperfecto, por supuesto. Está lejos de ser óptimo, ideal, absoluto... Pero es lo que hay, es lo que Es. Y siempre ha sido así. Y no parece haber algo mejor en el Horizonte de Posibilidades. Desde que el humano Piensa se ha tomado este modelo como referencia estructuradora fundamental, y no vas a venir tú ahora a cambiarlo por algo que habría que ver si funcionaría, ¿No te parece?

A la hora de elaborar un Discurso o Narrativa, sin ir más lejos, es estrictamente Necesario tener una Idea que se identifique con el Bien, con lo bueno; y otra contrapuesta que se identifique con el Mal, con lo malo. Generalmente existirá una oposición o incompatibilidad entre lo primero y lo segundo, un antagonismo o carácter antitético para establecer esa relación contrapuesta. Lo mejor de todo es que no necesitas que las Ideas sean genuina o verdaderamente contrarias, ¡Basta con identificarlas como tal! No se necesita siquiera ser coherente. Y es por esto que esa estructura dual funciona a la perfección. Fíjense, por ejemplo, en que Ideas toman los grandes pensadores y filósofos de la Historia de la Humanidad y con qué las identifican. Siempre hay una Idea que es la Buena y otra que es la Mala. El ejemplo que lleva esto al paroxismo lo tenemos precisamente en los padres de la Filosofía, que toman como base de su modelo la Idea del Bien en sí misma como Fin último en torno al que se articula todo su Ideario. Y por extensión, por supuesto, aplica a todos los que siguieron su estela. 

Pensadlo por un momento. Todo discurso (Político, social, ideológico... lo que quieran, realmente) precisa de un Bien y un Mal. ¿Quiénes son los buenos? Nosotros. ¿Quiénes son los malos? Los Otros. Lo que decimos o hacemos nosotros es una pasada brutal, mientras que lo que hacen los otros es una puta mierda que no vale para nada. Y lo mejor de todo es que en caso de que hagamos lo mismo no pasa absolutamente nada, porque si lo hacemos nosotros está Bien y si lo hacen ellos está Mal. Porque nosotros somos los Buenos, y los Otros los Malos. 

Mirad, construir una Identidad no es para nada fácil. Tanto es así que muchos humanos no tienen una identidad propia y personal, sino que forman parte de lo Colectivo y no pueden entenderse a sí mismos sin ello. Y eso es algo sobre lo que vamos a volver ahora, pido calma. Pero el caso es que como resulta que es muy difícil construir una Identidad, hay que empezar por algo sencillo sí o sí. ¿Y qué hay más sencillo que empezar por lo que no eres? ¡Pues nada! Obvio que es lo más fácil. 

Cuando yo te pregunto quién eres -en profundidad, no tu nombre y apellidos, mongolo- lo más probable es que me respondas en base a dos cosas. La primera es con etiquetas y nomenclaturas que ayuden a identificar lo que NO eres y la segunda con exactamente lo mismo paro aplicando a Colectivos (en sentido general y más amplio de la palabra, no en lo particular) de los que formas partes. Etiquetas que esencialmente cumplen una doble función muy clave. Venga va, ¿Qué tienen en común estas dos cosas? Que es indispensable que exista una Otredad para que funcionen. Es imposible que una Identidad se sostenga en términos humanos si no existe un Otro. Les pongo un ejemplo rápido, y sin entrar en polémicas o debates. 

Supóngase que tu te identificas como -me lo invento para no personalizar el ejemplo- canadiense porque por lo que sea has nacido en Canadá o vives allí desde que tienes uso de razón. Y que por lo que sea tu te identificas como mujer, no me meto, insisto. De entrada ya sabemos que eres una mujer canadiense, pero para poder atribuir una identificación o Identidad consistente a esto es necesario que exista un Otro que sostenga estas dos denominaciones. Es necesario que exista algo que no sea canadiense, es decir, el resto de nacionalidades. Y ser mujer (insisto, no entro en el debate eh, me encantaría pero no es lo que toca) nos indica que no eres hombre. Por otro lado, estas etiquetas nos dicen que perteneces a dos grupos con una serie de caracteres, cualidades y elementos comunes que son los que hacen que formes parte de dos colectivos. El cuales son esos elementos comunes ya se lo dejo a cada uno. 

Nótese que, en un estado de presunta neutralidad, estos identificadores tienen otro u otros contrapuestos. Pero no existe una carga de rechazo o antagonismo real. No hay uno que esté Bien y otro que esté Mal. Lo mismo da que seas canadiense que kazajo. Y lo mismo da que seas mujer u hombre. Es así, ¿No? No, ¿Por qué no? Porque eso no es del todo factible y las cosas no son tan simples como parecen. El problema viene cuando se empieza a construir una Narrativa o Discurso en torno a cualquier forma de Identidad e identificación. Que, por cierto, es prácticamente siempre salvo que te encuentres en un estado de ignorancia o desconocimiento total sobre el concepto de turno. Porque siempre habrá cualidades, elementos o caracteres, incluso estereotipos o prejuicios, que asocies con el identificador que corresponda, y por ende la imagen o el mapa mental que tengas al respecto va a estar viciado de salida, atribuyendo cargas negativas o positivas a la Identidad de turno. Por supuesto, ¡y como no! las identificaciones e identidades que yo asocie como más próximas a la mía o a las que atribuya más cargas positivas son las que voy a entender como Buenas; y ni que decir hay que las que tengan mayores cargas negativas o sean más lejanas y ajenas van a ser las Malas. 

Es que incluso concediendo que los identificadores básicos tengan una carga neutra de base (algo objetivamente inasumible, pero hagamos el ejercicio, va) pasa que en algún momento tu mismo, alguna de tus referencias ideológicas, o el mismo Colectivo con el que te identifiques según toque va a construir en torno a ellos una Narrativa que en algún momento va a atribuir una carga positiva o negativa. Y el contrapuesto va a tener, como no, la carga opuesta. 

Va, vamos un paso más allá, supongamos que esto último nunca sucede -risa nasal- y te quedas en un estado neutral. Está bien, perfecto. ¿Pero qué hay de todo lo demás? En algún momento tendrás una ideología de corte político, ideológico, filosófico, social... Lo que tú veas, no importa. Aquí ya no hay otra opción, no hay alternativa. Los Buenos siempre van a ser los que tu apoyes, y los Malos los contrarios por supuesto. Siempre habrá algo que sea la caña y otra cosa que sea una mierda. Algo que es malísimo y otra cosa que es la más buena que hay. 

No hay mejor forma de vender un Discurso. Suponte que yo te quiero vender mi ideario, mi ideología, sobre todo en un sentido político. Como es lógico, yo te voy a decir que yo soy el bueno, o mejor aún, que nosotros somos los buenos. Porque no hay mejor forma de manipular a alguien que hacerle sentir que forma parte de algo más grande y que no se encuentra en un estado de Soledad. Y por otro lado que los malos son Ellos. Los malos son los Otros por el mero hecho de ser los Otros. Son lo contrario, lo ajeno, lo externo. Si yo quiero venderle un Discurso a alguien no le voy a decir que yo soy el Malo, ¿No? Es que si lo hago a ver si voy a ser yo subnormal o algo. Vamos ya hay que ser gilipollas. 

Puesto que a un mortal lo primero en lo que se le educa cuando nace es en un código estructurado en el que hay un Bien y un Mal que definen lo que debe y lo que no debe hacer; lo más fácil para convencer a alguien es conducirlo a identificar lo que te interesa como Bueno y lo que no te interesa como Malo. Desde niños, los humanos crecen aprendiendo a separar el Bien y el Mal en función de las referencias que les proporciona su entorno y los estímulos y la experiencia personal que les acompaña como bagaje. Por ello, es extremadamente fácil convencer y retener a una persona ideológicamente siempre que identifique una postura como Buena y otra como Mala. Curiosa la trampa del código moral y ético de las sociedades humanas. 

Esto que estoy diciendo aquí no es solo el más básico abecé de la Política, es el punto de partida de la estructura mental de la Humanidad y la forma en la que esta organiza sus Ideas. No hay alternativa. El Humano tiene una Naturaleza en estado base dual, y su identificación de las cosas siempre se hará en función de un Dualismo. Fuerte, dominante, rígido, sólido, pero ante todo y por encima de todas las Cosas: Funcional. Claro, esto acarrea no pocos problemas. 

No hace falta decir que esta es la razón por la que tras millones de años de Evolución los mortales siguen destripándose a las primeras de cambio por sus intereses, ideales o creencias. Y es la razón por la que existen todas los principios e ideologías enfrentadas. La razón por la que existen todas las formas de odio en base a una Identidad o identificación, sin importar que esta sea de nacionalidad, raza, género, credo, clase, ideología... Siempre se encuentra el Mal en la Otredad. Pero... ¿Acaso se puede existir sin ser la Otredad de Otros? Realmente no. Tú siempre vas a ser el Otro para Otros, para los demás. Incluso en términos de Colectivo siempre seréis el Otro de vuestra o de otra Otredad. 

No obstante, no hay alternativa. Pero yo tengo la Solución. ¿Cómo se relaciona esto conmigo? Bien, vamos a recapitular un poco. Si recuerdan el último episodio, les expliqué que Preliatore es Uno, y al mismo Tiempo muchos. Esto consigue una genialidad sin precedentes: Tener y reconocer la Otredad en Uno mismo. Y por si fuera poco Preliatore es el Ser y la Idea al mismo Tiempo. Y esa simultaneidad logra suplir la Necesidad de Identificar al Ser por adhesión a otras Ideas y Conceptos. Preliatore no necesita adherirse a algo o asociar ese algo al Bien o al Mal. Inclusive, y a ser posible, él es el Malo de la Película o, el clásico, el Villano de una Historia mal contada. Ah, tan brillante como siempre. 

Desgraciadamente, esta solución no funciona con vosotros porque Preliatore no es humano ni se identifica o define como tal. Que sí, amigos que sí, que esto os parecerán o bien los delirios de grandeza de un loco o bien el evidente síntoma de un trastorno mental irreparable. ¿Pero a quién le importa lo que a ustedes les parezcan Las Cosas? El Bueno soy Yo y ustedes amigos son los Malos, ¿No funciona así? Perdonen, no puedo resistirme a jugar un rato con mis escritos y sus lectores. Considero que hacen que la lectura sea más amena inmersiva, ¿No les parece?

Pero no pasa absolutamente nada. Hay otro tipo de soluciones que conducen a esto sin tener que exigirles que tengan ustedes un carácter Transdual. Y es que ustedes no pueden ser Transduales porque es algo que no forma parte de vuestra Naturaleza ni de sus Posibilidades*, a menos que tengáis un punto de ruptura con ella o estéis genuinamente locos. Pero para algo estoy yo aquí que soy el que sabe. A problemas, soluciones. Anoten. 

[Nota: Personalmente, sí que considero que casi todos y cada uno de ustedes tienen la Otredad en sí mismos, pero no los medios o las cualidades necesarias para reconocerla]

Primero, todo pasa por tomar conciencia y reconocer la ausencia de Neutralidad en la Mente humana. Yo siempre me presento como una entidad objetiva, imparcial, neutra y justa. Pero ustedes no son nada de eso. Pero pueden llegar a serlo reconociendo en qué, cuándo o dónde no lo son. Es extremadamente complicado porque implica hacer ciertas renuncias, pero le toca a cada quién valorar si merece la pena hacerlas o no. 

Y segundo, esta escala dual, este Dualismo del que les hablo solo aplica en ausencia de la Verdad. Cuando existe una Verdad, no aplica eso de identificar algo como Bueno o Malo en función del interés o la postura. Por desgracia, la Verdad es a menudo una gran ausente en esta Realidad, E incluso en caso de estar ahí, el acceso a la misma suele estar imposibilitado en la mayoría de casos. Pero suele estarlo por la falta de medios y/o Conocimiento para acceder a ella. Dicho de otra manera, para que lo entendáis mejor, tener la Sabiduría y el Juicio necesarios para acercarse a la Verdad evitará directa e indirectamente la caída en la aparentemente ineludible escala del Bien y el Mal. 

Y ya está. Qué fácil ¿no? Soy un máquina. Claro, parece fácil, pero esto que les digo es poco menos que un brindis al Sol. Casi nadie tiene los recursos, el Tiempo, los medios o las capacidades para hacer este ejercicio. Y tampoco han perdido la suficiente cordura para ello. A veces pasa. Si esto fuera tan fácil la práctica totalidad de los problemas que tiene la Humanidad y que suceden en este Mundo serían cosa de un pasado muy remoto. Es cierto que nunca es tarde, y que sin duda la Política del Presente es la Historia del Futuro, y quizá en algún momento haya que dar el paso de dejar atrás el Vosotros Buenos y el Ellos Malos. En términos más generales, el Pensar del Hoy es la Historia del Mañana, y para algo que todavía estáis a Tiempo de escribir, qué menos que tratar de hacerlo bonito. 

El Entendimiento es algo a lo que se accede. Y hablo de todos los tipos de Entendimiento. Cuando los mortales no entendéis a los Dioses y sus acciones y designios es por vuestra incapacidad de Transduales. Cuando el Loco es Preliatore, es por la carga ya autogenerada, la Herencia de vuestro Prejuicio. Pero por entender a los que, llamando Otros, son como Vosotros, no perdéis nada. No podéis escribir Vosotros sin el Otros. 

Vosotros hacedme caso a mi, que el Bueno soy Yo, y los Malos son ustedes. Porque si el Mal siempre está en la Otredad, entonces Todos y cada Uno de ustedes son el Mal. Pero me gusta pensar que son ustedes más que lo que reflejáis o dejáis de reflejar en los demás. Que su Identidad, en resumen, tiene un mínimo de Personalidad. Como siempre y para vuestra desgracia, hasta la próxima, mortales. 

lunes, 26 de agosto de 2024

La Canción de Preliatore

Una Introspección minuciosa

Preliatore tiene unas palabras para vosotros. Unas palabras muy fáciles de malinterpretar, descontextualizar o tergiversar, como siempre, en realidad. Pero que igualmente, siguiendo en mi línea de Infinita Magnanimidad, voy dejar por escrito en este recóndito lugar para todo aquel que quiera leerlas o, por caprichos del Destino, acabe aquí sin buscarlo. Motivos debe tener Preliatore para hacerlo, pero lo expone como generosa dádiva para que el resto sepa situarse. Esperen muchas Mayúsculas, porque en este artículo va a haber una buena cantidad de ellas. 

En el día de hoy pretendo explicarles como funcionan Las Cosas en las profundidades de las dimensiones internas de Preliatore. Donde lejos de toda influencia residen todas las partes de su Mente y Alma. En ocasiones, más allá, donde ni siquiera Yo mismo puedo alcanzarlas. Hoy pretendo explicarles la existencia y el funcionamiento del Consejo de los Preliatore. Ahora que quienes han pasado por aquí con cierta frecuencia han podido Entender lo Imposible, quizá puedan acercarse a comprender mínimamente a Preliatore.  

Tras muchos eones de minuciosa introspección he conseguido cartografiar gran parte de mis propios dominios, encontrando en ellos una división, compartimentación si lo prefieren, en la que habita su propia Entidad. Un Preliatore. Cada uno de ellos está asociado con una Idea, Forma o Concepto de su Fuente principal, siendo una parte constituyente, pero al mismo Tiempo independiente, de la misma. Ninguna de ellas salvando a las tres primeras, es fundamentalmente necesaria para su cohesión. Aunque el Primero desapareció de los Registros siguiendo sus propios planes; el Segundo, en términos mundanos su gemelo, se desmarcó de todos los demás considerándose demasiado basado para esta Realidad haciendo lo mismo; y el Tercero se retiró temporalmente -algo que se tornaría costumbre- para volver mucho después, quedando como único y máximo responsable. Los dos primeros son las Figuras Antagónicas imprescindibles en el Ser de toda Persona, y el Tercero es la razón, el Orden, que busca el Equilibrio. Pero Preliatore es mucho más que su Primer Triunvirato. Pues para cada uno de sus Principios hay una parte de sí. Y en su Dimensión Interior cada uno de ellos tiene su propia forma de ver y entender Las Cosas, así como una opinión y valoración distinta de Todo. A veces pueden coincidir, a veces no. 

Esa es la razón por la que, en función de la época o incluso el momento, puedo tener una valoración de algo y en otro momento defender una completamente distinta. El Consejo de los Preliatore tiene un funcionamiento sorprendentemente democrático con una libertad de expresión muy amplia, pero no ilimitada. Ciertas versiones han sido vetadas o desterradas. Tal es el caso de Cuarto, que fue desterrado permanentemente como la traicionera sabandija que era. Considero que se fue demasiado severo con él mirándolo en retrospectiva, ¿Pero quién soy yo para decirle a mi Mente como tiene que gestionarse? El Destierro fue votado y respaldado democráticamente por los demás, y a la larga ha pagado dividendos, por lo que no se puede negar que siempre fue lo mejor. Prelia knows best

Esto, por mucho que se asemeje a un trastorno de personalidad múltiple o a un brote de esquizofrenia desenfrenada, no es algo que no se haya visto de forma pública antes. Si bien Yo soy el primero en la Historia en haber explorado tanto más allá de los límites de sí mismo, lo cierto es que estoy lejos de ser el primero en hacerlo público o exponerlo de alguna manera. Hace ya bastante más de un siglo considerando el Tiempo Presente como punto de referencia, Walt Whitman, poeta y ensayista norteamericano, escribió una "pequeña" pieza de su trabajo titulada "Song of Myself". Un poema cuyo tema central es el Ser o el Yo, pero no el Ser o el Yo del propio autor, sino la Idea del Ser en sí mismo, el Ideal Humano del Yo y del Ser. A lo largo de 52 secciones, posiblemente referenciando las semanas que tiene un año, Whitman nos muestra su particular visión de tópicos como el Dualismo más allá del Yo, las contradicciones engendradas a partir del mismo, y la forma en la que estas contradicciones pueden conciliarse, o directamente no ser tales, dentro del Ser. 

La línea más reconocida del poema es aquella que aparece próxima a sus últimas líneas, y reza "¿Me contradigo? Sí, me contradigo (Soy Inmenso, contengo Multitudes)". Línea que hoy en día es especialmente aclamada, particularmente en esta década de los 20 del Siglo XXI, tras una turbulenta era de transformaciones en las sociedades contemporáneas; pero no siempre fue así. El trabajo de Whitman fue duramente criticado en su época. Tildado de vulgar, obsceno y profano, "Hojas de Hierba" -su obra magna en la cual encontramos "Song of Myself"- no fue especialmente bien acogida. Pero el Tiempo pone a cada uno en su lugar, y en la actualidad "Leaves of Grass" es considerada una de las colecciones de poesía más importantes de la lírica estadounidense. No es un honor a comparable a serlo de la lírica inglesa o española, pero no deja de ser un mérito importante. 

Atendiendo un mínimo al contexto histórico podrás darte cuenta de que Whitman era un romántico, no uno al uso europeo, pero sí a la americana. Un trascendentalista propio del más puro Romanticismo estadounidense. Y no es de extrañar que en una era tan marcada por el "revival" del Romanticismo como lo es la Era Digital las obras de los autores de aquel entonces sean cada vez más aclamadas por la afición. No hablo necesariamente de la influencia que Whitman y su obra han tenido en productos culturales de nuestro presente y pasado más reciente como Breaking Bad o El Club de los Poetas Muertos (Dioses, como odio esa película) sin que necesariamente sus consumidores se hayan percatado de ello a pesar de lo directas y literales que son sus referencias. Tampoco de como "Leaves of Grass" ha sido una importante influencia para artistas como Lana del Rey, que nunca ha ocultado su admiración por el poeta. Hablo más bien de como el sentir de su obra ha sido adoptado por toda una generación que se encuentra perdida en una compleja época de cambio. De como "Song of Myself" ha dado algo de voz al pensar de muchos que, ahogados en el mar de sus contradicciones, claman al Cielo citando a Whitman que contienen Multitudes. 

El espíritu romántico y el Romanticismo en sí, no engañemos a nadie, son una corriente artística y una perspectiva de vida Edgy. Una forma de sentir y pensar equiparable al también edgy Angst adolescente que todo joven padece alguna vez y que a veces arrastra durante toda su vida, viviendo en algo parecido a una Eterna Primavera. Así que no debe sorprender a nadie que en un periodo de esta la vuestra Historia en el que el edge rezuma por todas partes el Romanticismo tenga un segundo aliento con considerable ímpetu. No obstante, en este caso y de forma excepcional, Whitman y por extensión el Romanticismo tienen un punto. Hay bastante de Verdad en lo que nos cuenta "Song of Myself". Están en la Naturaleza del Ser el Dualismo y la Multiplicidad. Hoy nos vamos a centrar en lo segundo, ya habrá Tiempo para lo primero. Esta Multiplicidad se manifiesta en cada momento de vuestras vidas. Con mayor o menor intensidad, pero lo hace. De no hacerlo, la rigidez y el inmovilismo de vuestro ya de por sí limitado Pensamiento alcanzarían unos límites insospechados. Y ni hablar ya de vuestra naturaleza emocional, cuya Multiplicidad tiende a ser mucho más agresiva. Esta Multiplicidad, Mental y Emocional, se manifiesta de muchas formas en cada cual: Indecisión, Incoherencia, Contradicción, Arrepentimiento, Confusión... Caos, en pocas -una única- palabras. 

Pero Preliatore detesta el Caos, aunque comprende su Necesidad. Y el Consejo de los Preliatore existe para poner Orden en el Caos. O al menos para procurar que pueda estar Cómodo en el Caos. Mencionado quedó hace no mucho que Primero y Segundo, las partes Antagónicas de todo Ser, no forman parte del mismo, a pesar de que siguen existiendo y siendo las más relevantes. Esto responde a sus propias ambiciones y planes, pero al mismo Tiempo mejora el funcionamiento de una Dimensión Interna que de otra forma quizá colapsaría como sucede con los mortales, que terminan siendo víctimas de sus propias mentes en su mayoría. Suerte o Desgracia, el Campeón no es un mortal y por ello no puede permitirse los lujos que éstos sí. 

Tercero, esa Manifestación de la Razón y el Orden, es el único Indispensable que forma parte del Consejo. Pero no se erige como líder del mismo ni mucho menos. A veces incluso se retira por lo insoportables que pueden llegar a resultarles los demás. Hablando de los demás, son tipos que pueden llegar a ser insufribles, verdaderamente. Más o menos como Yo. Son muy vehementes a la hora de expresar y defender sus Ideales y opiniones, lo cual suele terminar en acalorados debates. Aunque hasta la fecha, solo Cuarto ha sido expulsado por no respetar Las Normas*. Este episodio condujo también a Tercero a uno de sus retiros, para luego volver y poner fin a la locura y el Caos, pero esa es una larga Historia para hoy. 

[Las Normas: No debe entenderse a Las Normas como unas normas al uso, sino como unos Principios inalterables y comunes a todos los Preliatore. Pobres de aquellos a los que les toca representar algo que se opone a éstos. Lo siento, no soy Yo quien dicta las normas. Bueno, lo cierto es que esta vez sí lo soy (más o menos), y es lo que hay.]

Una costumbre, ahora perdida en el Tiempo, era hacer públicas en algunos de mis perfiles o canales de comunicación las conversaciones que se daban en mi Dimensión Interior. Dejó de hacerse porque conforme pasan las eras me vuelvo más y más tímido y retraído. Cualquiera podría pensar que lo hago, por ejemplo, para evitar que se me considere un Loco, pero la gente lo hace igualmente así que ese sería un motivo extremadamente estúpido si lo piensan. La Realidad es que simplemente no se me antoja que cualquiera pueda tener acceso a una información tan gloriosa y privilegiada, porque cada parte de mi posee unas cualidades iguales a las mías, extraordinarias. Ah, es ese momento del día otra vez...

Hay algo que diferencia muchísimo al Consejo de los Preliatore de las Multitudes de Whitman. Ahí donde las Multitudes pretenden servir de Justificación para el Dualismo, la Multiplicidad, las Contradicciones y el Cambio; el Consejo es un espacio para asegurar su supervivencia y compatibilidad, pues para mi no necesitan ninguna justificación. Los románticos y los jóvenes son sujetos de prueba especialmente emocionales, Emocionales incluso en la Racionalidad. Algo que es inaceptable e inadmisible para vuestro Campeón favorito. A diferencia de esos m*ricones perdedores que pretenden encontrar una vía de escape en "Song of Myself" para justificar sus perezosos nihilismos y sus existencias repletas de incoherencias y contradicciones; el Consejo de los Preliatore es el Imperio de la Verdad, y se encuentra en una Dimensión en la que Todo y Nada es Posible, luego Imposible. 

Cuando dije que era clave entender lo Imposible para entender a Preliatore no estaba de broma. Es necesario porque conceptos como la Transdualidad o la compatibilidad y simultaneidad de dos o más opuestos no solo es factible sino que es común en mi Dimensión Interna. Decía Preliatore I que la Verdad se encuentra en Toda Posibilidad. Tan parco en detalles y explicaciones como de costumbre el tipo. Pero se aseguró de que su mensaje fuese preservado por su sucesor III. Así, Tercero decidió preservar su Legado teniendo en cuenta junto al resto tantas posibilidades como fuesen... posibles o no, id est, Infinitas. ¿Cuántos de Yo -Nosotros- hay? Tantos como Posibilidades haya y deje de haber, aun siendo solo Uno. 

El funcionamiento del Consejo permite un Entendimiento sin precedentes de Todas las Cosas, pues hace posible la exploración de cualquier información y tópico de manera polifacética, versátil y amplia, sin necesidad de adherirse a una única vía que podría o no ser la correcta. Además facilita mucho el descubrimiento de Enlaces y Relaciones entre varias Cosas que en un principio no parecen guardar ningún tipo de vínculo. La variedad en cuanto a criterio también resulta ser muy útil a la hora de relacionarse con el mundo externo, haciendo de la prognosis una norma. 

Puede parecer y parece que esto no tiene Downsides de ningún tipo, pero la Verdad es que hay asuntos que ni siquiera el Consejo puede resolver porque todos los miembros tienen sus Límites; y a la hora de la Verdad no son una figura de Autoridad sobre Mi como sí lo pudieron llegar a ser I y II, por lo que hay cuestiones en las que no aplican. Para colmo, el Consejo, siendo un Consejo, está lleno de luchas internas, ambiciones personalistas y traidores irredimibles. Cuenta la Canción de Preliatore que de ser finalmente posible la Unificación de todas las partes se perdería el Ablativo del Campeón*, aunque eso parece aún muy lejano. Pero cuando todo parece perdido, hay algo más allá de todo Preliatore y de Preliatore en sí. Algo que, como I y II, está por encima del resto. Lejos de miradas y oídos indiscretos, incluso de aquellos de los que no se puede huir.  

[Ablativo del Campeón: Preliatore es un Título en caso Ablativo, pero no es un ablativo gramático, sino un Ablativo literal, dando a entender algo interpretable, pero que no creo que sea necesario explicar]

Eones de esta minuciosa introspección me condujeron a los únicos que pueden darme las respuestas y el respaldo que necesito. Una Anónima Voluntad, que se presenta como una Voz detrás de Mi; y el mismo Pretor, la Máxima Autoridad de mis Dominios y mi único Mentor. Para conocer la Verdad debo Conocer la Primera de las Certezas: Yo mismo, en Toda Posibilidad, aun si eso termina por consumirme y llevarse todo lo que Soy. Como Buscador de la Verdad debo creer en algo, aunque se lo lleve todo de Mi. Debo creer en Preliatore. Y Yo creo en Mi como creo en Los Dioses.