viernes, 28 de junio de 2019

Con varios Puñados de Dólares más

A Golpe de Talonario


He estado bastante off últimamente por los exámenes finales, pero como sé que echáis de menos al gran Preliatore, sus anécdotas, sus batallitas y sus perlas de sabiduría, voy a aprovechar este respiro de una semana para compartir con vosotros algo de lo que me he examinado recientemente: La Historia de los Estados Unidos. Aunque más que la historia por como estaba enfocada la asignatura parecía más bien Derecho y Economía Estadounidense y sus aplicaciones en la sociedad. 

Si tuviera que reducir la Historia de Estados Unidos hasta el punto de resumirla de forma sintética, clara, concisa y precisa en una sola palabra usaría una tan simple y común como “billetes”, y si tuviese que hacer lo propio -pero usando cuatro palabras- con el proceso de formación y consolidación de esa misma nación hasta consagrarse como primera potencia mundial y, con toda probabilidad, nación más influyente de los últimos dos siglos usaría la expresión A Golpe de Talonario.

Voy a justificar un poco esto, pero vais a ver que no es algo complicado hacerlo. El proceso de formación de Estados Unidos es uno de lo más artificiales de la Historia de la Humanidad. 

Sitúense en 1776, año en el que podemos situar el nacimiento de los Estados Unidos de América. La nación que hoy en día gobierna la cara visible del planeta estaba aun en pañales y no tenía mucho que ver con la que es hoy en día. Este dato es bastante importante, porque para independizarse tuvieron que hacer frente a la primera potencia de este entonces, el Reino Unido de la Gran Bretaña. ¿Qué como lo hicieron para salirse con la suya? Fácil, contaron con algo de ayuda de los Illuminati & Company. Y por supuesto con el apoyo de las otras dos potencias del momento, España y Francia, rivales tradicionales de Inglaterra.

Las Trece Colonias, precursoras de los actuales Estados Unidos, comprendían solo una pequeña parte del territorio que tiene ahora dicha nación, en concreto la zona de la costa este y algunas extensiones de terreno más que no eran excesivamente reseñables. Las únicas ventajas reales de los colonos eran el conocimiento del terreno y el apoyo internacional. Al menos, eso sí, estaban bien organizadas.

Después de unos cuantos años dando la murga y una serie de sacrificios que se tradujeron en bastantes muertes para los colonos, el Reino Unido reconoció la Independencia de las Trece Colonias, que pasarían a conformar un único estado. Y así, sin más, nacieron los Estados Unidos.

A pesar de seguir siendo una nación de tercera fila en ese entonces, su ideario ya comenzaba a vislumbrarse. Su expansión territorial comenzó dirigiéndose hacia el Oeste, donde la única oposición eran los indios que, como es de esperar, no suponen tampoco un problema mayúsculo. La expansión hacia el Oeste reportaría un crecimiento territorial bastante grande. Poco después de su independencia encontramos un factor extremadamente importante para comprender el ascenso de los Estados Unidos. Hablo ni más ni menos que de su política de neutralidad respecto a los asuntos conflictos y asuntos concernientes a Europa. Esto se puede apreciar desde el primer momento cuando poco después de independizarse y una vez iniciada las Guerras Napoleónicas los Estados Unidos declararon su neutralidad pero se tomaron la libertad de comerciar con ambos bandos (vayan acostumbrándose a esto, es recurrente).

Eso de comerciar con los dos bandos no le hacía especial gracia al Reino Unido, que comenzó a poner trabas y bloqueos al comercio norteamericano. Usando esto como excusa, Estados Unidos empezó una guerra que no tenía muchas posibilidades de ganar, pero como acababan de independizarse estaban algo motivados. Realmente el comercio no fue más que una excusa para justificar un conflicto con Inglaterra que les permitiese expandirse por los territorios británicos e zona canadiense. Mataron dos pájaros de un tiro, ganaron unos cuantos billetes comerciando con ambos bandos y luego trataron de expandirse a costa del territorio británico del norte.

Estados Unidos trató de invadir territorio canadiense varias veces, sin éxito alguno, hay que recalcar. Inglaterra vapuleó a Estados Unidos en este conflicto ya que, cuando se produjo el contraataque los ingleses llegaron a Washington e incluso prendieron fuego a la Casa Blanca. Viendo que la habían cagado los estadounidenses decidieron tratar de acabar con las hostilidades para no salir incluso peor parados. Esta fue una de las pocas veces en las que los Estados Unidos han sido derrotados, y la única en la que ha sido una auténtica paliza, pero ya ha llovido mucho desde aquello. Podría haber sido aun más humillante para Estados Unidos de no ser porque Inglaterra comenzó a venirse arriba y la liaron en algunas de las últimas batallas con pretensiones de invasión. Al final, Estados Unidos maquilló un poco el resultado y el final de la guerra hizo que tanto las pretensiones de Estados Unidos de expandirse a costa de Inglaterra desapareciesen como que las de Inglaterra en el territorio norteamericano hicieran lo mismo.

Los billetes obtenidos a costa de comerciar con los dos bandos seguían estando ahí aún así, y Estados Unidos usa su dinero con cabeza cuando quiere, así que invirtió el dinero que tenía en dos nuevos fichajes para su territorio. El primer fichaje fue la Luisiana Francesa, comprada a Napoleón por 15 millones de dólares, una miseria teniendo en cuenta la extensión que ocupaba en ese entonces Luisiana. Lo cierto es que Napoleón sabía que ese precio por esa extensión era una estafa, pero esa colonia no servía a Francia para nada y además, si la vendía, reforzaría a un rival comercial del Reino Unido, por lo que en cierto modo ambas partes salieron ganando con esta jugada. La segunda adquisición de nuestros protagonistas fue la Florida Española, que compraron por unos míseros 5 millones de dólares que, por cierto, se quedaron en el limbo. España no tenía otra que aceptar porque tras las Guerras Napoleónicas se había convertido en una nación decadente que no tardaría en quedarse con un papel secundario global hasta nuestros días y, como nación decadente y débil, no estaba en condiciones de afrontar otra guerra.

Habiendo hecho los fichajes correspondientes, volvió a centrarse en lo que tocaba, seguir expandiéndose hacía el Oeste. La suerte sonrió de nuevo a Estados Unidos porque, no mucho después de la compra de Florida, un nuevo revés sacudió a España. Casi todos sus grandes territorios en la América Continental se independizaron, por lo que la vecindad de los españoles dejó de estorbar a Estados Unidos. En su lugar, ahora la vecina de Estados Unidos era una nación recién nacida sin medios para compararse a ellos.

Era esperable, Estados Unidos trató de sacar provecho de esto y abusar de la situación. Para ello comenzó cohabitando con México metiendo poco a poco a anglosajones en Texas y luego, con el paso del Tiempo, sacando partido de esto también tras la declaración de independencia de Texas. Esta declaración era la oportunidad que Estados Unidos estaba esperando para expandirse, y no iba a dejarla pasar. Aprovechando el momento, Estados Unidos comenzó una guerra contra México, la denominada Intervención Estadounidense en México. 

Quizá ya se lo hayan imaginado pero Estados Unidos ganó, y no solo eso, en lugar de quedarse solo con la soberanía de Texas adquirió también los actuales territorios de Utah, California, Nuevo México, Colorado, Arizona y Nevada, todos anteriormente territorio mexicano. México perdió en este conflicto el 50% de su territorio, que pasó a manos estadounidenses. En compensación por ello... Bueno, supongo que ya se hacen una idea... Estados Unidos pagó 15 millones de dólares a modo de indemnización. Hagan la cuenta, los Estados Unidos se hicieron con tres cuartas partes de su territorio actual a cambio de unos miserables 35 millones de dólares.

Lo miren por donde lo miren es un negocio redondo. Sí, es cierto que 35 millones de la época son muchísimos, pero muchísimos más hoy en día, aunque si somos objetivos no serían nada comparado con el valor real que tienen esos territorios en realidad. Así fue como, en cierto modo, los actuales Estados Unidos de América se construyeron a golpe de talonario. Pero no se piensen que esto acaba aquí, porque aun hay más que ver.

Estos territorios fuero, por cierto, fundamentales en el desarrollo económico e industrial de Estados Unidos, que gozaron de un momento de plenitud con la Fiebre del Oro y el auge del ferrocarril. Todo esto se traducía por una cosa: más ingresos y más billetes para la nación

La suerte volvió a sonreír una vez más (sí, otra vez) y una vez más dejó de lado a España. Los pocos territorios de ultramar de la España de finales de Siglo XIX se encontraban en una situación cada vez más tensa. Había rebeliones y conflictos con cada vez más frecuencia y era probable que en cualquier momento eso terminase por explotar. Estados Unidos intentó como es frecuente en ellos tirar de talonario y comprar los territorios españoles restantes por -esta vez sí- una suma de dinero razonable

Pero España no aceptó la oferta sin saber que ese rechazo les saldría mucho más caro de lo que pensaban. Estados Unidos ya se había consolidado en Norteamérica, era el momento de mirar al exterior por vez primera, así que ahora necesitaban una excusa para quitarle a España sus posesiones, y la encontraron en el incidente del Maine que -con toda seguridad les digo- fue una Falsa Bandera marca de la casa de los americanos, pero por rigor histórico voy a mantener la versión oficial y diré que no se sabe quién estuvo detrás (Pista: Sí)

Ahora los Estados Unidos ya no eran esa nación endeble que eran cuando se independizaron, ya tenían dinero para aburrir y un ejército y una planificación mucho mejor. Todos conocemos el Desastre del 98, así que me voy a saltar la explicación y les diré que, tras dejar en ridículo a España en unos pocos meses que duró la guerra, tuvieron el detalle de indemnizar con una cantidad minúscula a los españoles por los territorios que acababan de arrebatarles.

Y así es como llegamos al Siglo XX, pero antes mencionarles otra operación en la que su dinero le granjeó a los americanos grandes beneficios. La construcción del Canal de Panamá fue uno de los grandes intereses de los norteamericanos y en vista de que aun habiendo comprado a Francia los derechos para la construcción del canal los colombianos se negaban a dejarles hacer tal cosa, los yankees hicieron su magia motivando la independencia de Panamá. Una vez más se salieron con la suya.

Empezaron el Siglo XX volviendo a calmarse un poco. Una vez estalló la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos volvió a seguir su política de neutralidad con Europa y, por supuesto, como no, comerció tanto con las potencias centrales como con las aliadas. Solo cuando se vieron amenazados con el Telegrama Zimmerman y viendo que podía salpicarles la guerra decidieron apoyar a los aliados.

Repetirían la estrategia años después en la Guerra Civil Española, en la que no intervinieron, pero eso no les impidió comerciar con los dos bandos y ganar aún más billetes. La situación llegaría una vez más a darse en la Segunda Guerra Mundial, en la que, si bien solo apoyaron a los aliados, no intervinieron hasta que les salpicó la guerra. Exactamente la misma situación que en la Primera Guerra Mundial.

Y así llegamos a la historia más reciente y actual, en la que tras construirse con billetes, Estados Unidos se ha convertido en Superpotencia Mundial. Ahora en disputa con China, pero los americanos siguen siendo la referencia más importante en geopolítica internacional.

Dicho todo esto, me gustaría hacer un breve análisis del proceso porque me resulta muy curioso como algo tan sencillo como el proceso de construcción y consolidación de Estados Unidos es algo que, increiblemente, solo se les había ocurrido a ellos. Realmente solo se han dedicado a comprar, sabotear y volver a comprar. Es una estrategia muy sencilla, pero que en su caso es prácticamente única. Nadie ha podido replicarla con el mismo éxito e intensidad. Puede decirse que la suerte ha tenido también mucho que ver, pero también hay que pensar en los elementos detrás de esa suerte. Puede que, entre tanta casualidad, existan algunos puntos que se hacen invisibles en la observación lineal de los Estados Unidos, pero como gran fan del Cine Western, tengo quedarles mi más sincera enhorabuena; han sabido construir una Superpotencia con una paciencia de dos siglos y con varios puñados de dólares más. Congratulados sean, a pesar de sus inmisericordes y ruines actuaciones en toda la Edad Contemporánea. 

sábado, 1 de junio de 2019

Una de las Míticas: Tottenham Hotspur

Audere Est Facere



No es un dato desconocido que Preliatore siente un inmenso amor por el fútbol inglés y los clubes y equipos que lo representan. De hecho, entre sus equipos favoritos, podemos encontrar una mayoría de ingleses: El Newcastle United, el Manchester United, el Aston Villa... Pero ninguno de los citados llega al nivel de aprecio que le tiene al Tottenham Hotspur. Esta entrada tiene un fin claro, explicarles realmente por qué el Tottenham es mi equipo favorito de entre todos los que hay en el mundo (lo del Newcastle es mucho más por sentimiento). Quizá alguno piense que en Balones Largos, aquella ya remota entrada pasada de este mismo blog, expliqué cuales eran mis equipos de preferencia y por qué pero en algunos casos lo reconozco, os mentí.

En el caso de los Spurs así fue. Hay dos motivos reales por los que este club siempre ha sido mi favorito real junto al Real Madrid (evidentemente). El primero de ellos es por que los Lilywhites representan mejor que ningún otro equipo al fútbol inglés que tanto me gusta. Ellos son el equipo que más jugadores han aportado a la Selección Inglesa junto con el Aston Villa precisamente y, además, los Spurs son uno de los pocos equipos que nunca han descendido en la Era Premier. El segundo de los motivos se remonta a una época muy remota, hace ya más de media decena de siglos. Así que acompañadme en esta Historia que os estoy a punto de contar para descubrirlo. 

Al contrario que los otros casos de Míticas que ya os he contado, la de hoy será muy breve. El origen del Tottenham Hotspur se encuentra en la Guerra de los Cien Años, concretamente a principios del Siglo XV. Henry Percy, comúnmente conocido como Harry Hotspur, fue un noble inglés durante la Edad Media tardía de la casa de los Percy nacido en Northumberland. Fue un importante capitán en las Guerras Anglo-Escocesas, pero por lo que es más recordado es por sus rebeliones contra el Rey Enrique IV Lancaster. Fue durante estas rebeliones cuando finalmente conoció su muerte a la temprana edad de 39 años, en la Batalla de Shrewsbury. 

Las causas de este conflicto fueron varias, porque a pesar de que el Rey trató de favorecer a Henry Percy, su incompetencia en otros menesteres hizo que la paciencia con él de Henry se agotase. El Rey favoreció a otras familias, no retribuyó económicamente a los Percy por las labores de defensa en la frontera escocesa y no era capaz de firmar paces y encontrar soluciones a algunos conflictos que salpicaban a Hotspur. Esto condujo irremediablemente a la rebelión y a la antes mencionada Batalla de Shrewsbury, en la que Harry Hotspur acabó perdiendo la vida... y allí estuve yo para verlo. 

Hotspur siempre fue un tanto imprudente y bastante intenso, su apodo, y de paso el del club que nacería a finales del Siglo XIX en honor en cierto modo a su nombre, proviene de las espuelas que usaba para cargar a caballo contra el enemigo con la mayor velocidad. De ahí aquello de Hotspur y Spurs. En Shrewsbury no iba a ser menos y, tan precipitado como de costumbre, cargó contra las tropas reales con toda la imprudencia del mundo. 

Las tropas reales eran ligeramente superiores a las de Hotspur, aunque estaban más o menos parejas. Esta fue la primera batalla en la Historia en la que hubo dos contingentes ingleses compuestos por arqueros que se enfrentaron entre sí en suelo inglés. La batalla abrió precisamente con una batería de flechas contundente por parte de ambos bandos, aunque los Arqueros de Cheshire de Percy fueron generalmente superiores. Enrique de Gales, importante mando del Ejército Real fue herido por una de estas flechas en la cara, pero un hábil médico cirujano y herrero (muy polivalente él) consiguió curarle con algo tan simple como alcohol, miel y un artefacto diseñado exclusivamente para extraer flechas. Este médico no era otro que John Bradmore, autor de uno de los primeros tratados de cirugía de la historia, el Philomena.

Por desgracia para Harry Hotspur, herir a uno de los comandantes y debilitar considerablemente al ejército enemigo no fue suficiente. En plena batalla y sin esperanzas de refuerzos, Hotspur lideró una carga desesperada para intentar matar al Rey. Fue en este momento cuando murió recibiendo un flechazo en la cabeza al levantar el visor de su armadura. La batalla terminaría poco después sin un claro ganador, porque aunque la cabeza de la rebelión había muerto, pero las bajas fueron sustancialmente mayores en el bando del Rey. Los Caballeros de Nortumbría exclamaron cuando Harry Hotspur murió ¡Henry Percy Rey! y ahí terminó la historia de uno de los rebeldes más alocados de la Historia de Inglaterra. 

Shrewsbury fue una batalla mucho más trascendente de lo que parece. En ella se probó la efectividad y superioridad de los arcos largos y las armas de larga distancia sobre la infantería y, además, como he comentado antes, también fue importante en el plano médico. Lo cierto es que cada uno de los Episodios de la Guerra de los Cien Años tiene su encanto, y este no iba a ser menos. 

La razón por la que el Tottenham heredó el legado de Henry Percy o Harry Hotspur es porque precisamente los terrenos en los que se encuentra el barrio de Tottenham y en concreto aquellos en los que está emplazado White Hart Lane (ahora el Nuevo White Hart Lane) pertenecían a Harry Hotspur y su familia, de ahí que el nombre del equipo acabase teniendo el sobrenombre del Caballero Nortumbrío y pasase a llamarse Tottenham Hotspur.

De hecho, sin uno tiene algo de memoria se dará cuenta de que muchos de los escudos de los clubes ingleses tienen un componente heráldico muy importante. El más nuevo de los escudos del Tottenham no lo conserva, pero sí los anteriores a él, siendo los que el equipo usó por más Tiempo. 

Audere Est Facere es el lema del club. Se traduce por “Atreverse es Hacerlo”, una bonita filosofía. El resto de elementos heráldicos del escudo son lugares emblemáticos o famosos de Tottenham y por supuesto el componente heráldico tradicional: Dos leones sosteniendo el escudo con las iniciales del club.

Hoy el Tottenham Hotspur juega el partido más importante de su Historia contra el también inglés e igualmente antiguo y medieval Liverpool F.C tras una de las mejores -si es que no es la mejor- Champions League de la Historia. Ambos equipos merecen estar ahí y la victoria de cualquiera me hará feliz, aunque no negaré que prefiero una victoria Spur, una del Pool no me desilusionaría tampoco, lo merece tras arrasar al Barcelona 4-0 (dato que hace automaticamente al Liverpool mejor equipo del mundo ahora mismo). Del mismo modo que se lo merecen los Spurs por eliminar a todos los favoritos en su camino. Mi deseo este año era que la Orejona viniese a la casa del fútbol, y así será pase lo que pase. Buena suerte a ambos, Bring it Home! y COME ON YOU SPURS! Hagamos que Harry Hotspur esté orgulloso, aunque quizá hoy sea otro Harry, también “Hotspur”, el que escriba la Historia.