Fenómenos Aislados
Hace relativamente poco en una de las 40 pestañas habituales que tengo abiertas en el navegador del teléfono encontré una, probablemente abierta hace ya meses, que comentaba las justificaciones de Dios de Anselmo de Canterbury. Entrañable sujeto sin duda. Movido por el interés y en una tarde de sumidero por la red, de Anselmo pasé a un artículo de Wikipedia sobre una entidad generada de forma espontánea y con consciencia y recuerdos propios formada a partir del Caos. Mi Síndrome de Diógenes digital me hizo de nuevo al tener 40 pestañas abiertas llegar a una idea bastante interesante: El Cerebro de Boltzmann.
En lo que se refiere a cuestiones científicas al menos, los artículos de Wikipedia no suelen tener sobre el papel sesgos o grandes errores, pero sí una presentación algo densa y molesta así que antes de que tú, persona que está leyendo esta entrada, vaya a consultarlo, trataré de explicarlo de forma clara y sin entrar demasiado en materia.
El Cerebro de Boltzmann es literalmente eso, un Cerebro. Presumo y asumo que más grande que uno humano, pero un cerebro a fin de cuentas. Posee una consciencia propia y su generación se ha dado a partir de unas fluctuaciones cuánticas aleatorias. Las memorias de este Cerebro serían las de una vida humana completa y del mismo modo podría ser consciente de la misma forma que lo es un humano pese a ser solo un cerebro. Por esto último uno mismo podría ser uno de ellos. Incluso tú, que lees esto, podrías serlo.
¿Cómo? Presten atención a lo siguiente. Ludwig Boltzmann (el cual da nombre a la presunta entidad) propuso que en algún punto sería posible que las fluctuaciones cuánticas diesen a luz un sistema simple y no uno complejo. El sistema complejo ya lo conocemos, es nuestro universo. El sistema simple es el cerebro, que podría nacer en un Vacío tras una fluctuación que lo definiría como entidad consciente de sí misma que cree ser un sujeto en un sistema en el que se relaciona con otros semejantes para conformar una historia, un mundo. Visto de esta forma o explicado así puede parecer que el sistema simple de simple tiene poco, pero realmente no es más que un cerebro creador (solo existe el propio cerebro, el resto es definido y falso), nada comparado con el sistema complejo que es el Universo.
Si les suena extraño lo que les digo, sepan ustedes que no es muy distante de algo que quizá estudiaron en el instituto. Puede que recuerden la teoría del Cerebro en la Cubeta, ese experimento hecho a partir de la teoría del Genio Maligno de Descartes. Pues bien, hay ciertas similitudes entre la propuesta de Boltzmann y la de Descartes. Una aborda la cuestión desde el punto de vista científico y astrofísico, la otra desde la filosofía; pero el elemento principal sigue siendo un Cerebro que cree formar parte de un sistema mayor pero que sin embargo ya está predefinido y es en realidad falso. Y si no les suena lo de la cubeta, seguramente hayan visto Matrix o alguna de esas películas de ciencia ficción que proponen la Realidad como Simulación. Teniendo esa referencia seguro que ahora lo ven todo más claro.
Hace un momento dije que incluso tú podrías ser un Cerebro de Boltzmann y seguro que ahora ya no tienes tan claro si lo eres o no. Serlo implicaría que todo el pasado es una Conspiración y que todo el mundo y sus componentes están falseados. No necesariamente por unas malévolas intenciones (punto de vista filosófico), sino por la misma fluctuación que te ha creado (punto de vista astrofísico). Lo más curioso de todo es que la generación "espontánea" de estos cerebros es perfectamente posible dentro de una increíblemente grande cantidad de Tiempo, pero no infinita.
La razón por la que esta entidad es posible se encuentra en las aguas que hace la Termodinámica en algunos aspectos. Aunque sería injusto culpar solo a la Termodinámica de ello pero comentaré eso en breve. La raíz de la propuesta se encuentra en la Segunda de las Leyes de la Termodinámica y el concepto de Entropía o, más bien, de la tendencia a la misma. Se dice que si la tendencia es a la Entropía entonces el desorden y la alta entropía deberían ser lo más frecuente del Universo, pero según lo que se puede observar esto no termina de cumplirse. El físico austriaco propuso entonces viendo esto que unas fluctuaciones hacia un sistema menos entrópico y más ordenado eran posibles.
Desde entonces se ha intentado desechar la posibilidad, pero ha resultado sorprendentemente difícil conseguirlo. En cuanto la Ciencia se adentra en los limites del pensamiento y la comprensión se encuentra con numerosas dificultades para salir adelante. Hay vida más allá del debate sobre la existencia o no de Dios. En casos como este la ciencia no se enfrenta a la religión o la filosofía, se enfrenta a sí misma y no consigue solucionar el problema que se ha generado para sí. Así llegué entre lectura y lectura a la conclusión de que el método científico, al estar ligado irremediablemente al empirismo, tiene muchas carencias desde que aparecieron las mecánicas cuánticas y la ciencia contemporánea dio un salto hacia lo anteriormente desconocido. No es que esté obsoleto como tal, pero sí que resulta directamente incompatible con los problemas relativos al cosmos y al Universo, porque ni siquiera es un sistema que se pueda observar en su totalidad y con el que mucho menos se pueda experimentar de forma general. Dicho de otra manera sobre el papel todo lo que consideramos como Ley universal es en realidad local y desde las innovaciones y revoluciones científicas todo está mucho más abierto que antaño. A menudo no disponer de método eficaz implica encomendarse a la probabilidad y la reflexión. Poco menos que el Azar en resumen. Lo cual no es necesariamente malo, pues más antiguo que el método científico es el Ensayo y Error, que tarde o temprano siempre acaba funcionando.
A estas alturas de entrada sigue habiendo un elefante en la habitación, algo de lo que no se ha hablado y que he estado obviando hasta ahora para ver si ustedes se percataban. Probablemente no, pero quizá alguien se haya fijado en que durante todo este rato he usado numerosas veces las expresiones Punto de vista y Observación. Y otras tantas en esa misma semántica. Pues bien, el último punto importante dentro del concepto de Cerebro de Boltzmann es el de la observación. Mencioné antes con respecto a las Leyes de la Termodinámica que no toda la culpa era de éstas y efectivamente no lo es. Uno de los grandes problemas que tienen las leyes científicas es que desde la perspectiva humana y en este momento de la Historia no se puede observar el Universo en su totalidad, sino que más bien se puede apreciar una parte de éste que no es posible saber si es grande o pequeña o si sirve como referencia para intuir como es el resto. ¿Recuerdan lo de la Entropía? La tendencia es a la Entropía, pero en realidad al no saber cual es la magnitud real del Universo no es posible saber si lo que impera es realmente el orden o el desorden. En lo observable es sabido que abunda el Orden, ¿pero como se puede asegurar que lo observable es la mayoría? No hay ninguna garantía de ello y de nuevo toca encomendarse a la probabilidad.
No solo eso, también hay problemas conceptuales a partir de la misma observación. El Cerebro de Boltzmann es ante todo una entidad observadora, pero esta simple afirmación ya lleva una carga muy compleja. En primer lugar con la cuestión del Ser y en segundo lugar con la de sujeto observador. Si Ser es Ser en su caso un cerebro entonces se trataría de un Cerebro Observador. Los humanos también son sujetos observadores, de hecho constituyen la mayoría de los sujetos observadores. He ahí el problema, no es la mayoría realmente, no hay garantías de ello y no deja de ser, aun si fueran la mayoría, una perspectiva que podría ser perfectamente errónea. Tan errónea o más que la del presunto cerebro que cree formar parte de un mundo falseado. Al final tanto el Cerebro como el Ser Humano son Observadores sometidos a la probabilidad. O más bien a la Improbabilidad. ¿No les parece que la existencia de la raza humana como única autoconsciente en un único planeta habitable por ella en este único universo posible en el que eso sea algo factible es tan improbable como la de la generación espontánea de un cerebro autoconsciente con los recuerdos de toda una vida humana generado de forma espontánea a partir de un sistema caótico mayor?
Puede que esta última pregunta haya quedado demasiado larga y dé pie a algún malentendido, pero resume muy bien el Reductio Ad Absurdum que existe detrás de todo esto en cierto modo. O al menos eso se decía al principio. Ya nada es absurdo. Igual que nada es del todo certero o lógico. El mero hecho de plantear todo esto ya ofrece un abanico potencialmente ilimitado de probabilidades en cuanto a generación de sistemas.
Con todo esto no les quiero decir que se entreguen al Solipsismo, porque al fin y al cabo todo lo que yo digo es Verdad contrastadísima, de modo que más allá de ustedes mismos también pueden estar seguros de lo que les diga Yo. Pero quizá sí que deberían. Entiendan todo como un fenómeno aislado, entiéndanse a ustedes mismos como fenómenos aislados de hecho. El Cerebro de Boltzmann no deja de serlo, al igual que este Universo y tantos como haya en este clúster llamado Multiverso también son fenómenos aislados e improbables. O no, porque tampoco es que pueda observarse tal cosa desde aquí. Las dudas son lo único que queda al final. He tratado de explicarlo desde un punto de vista que pueda entenderse todo a la perfección, pero al final meterse en terrenos que unen ciencia y filosofía, razón y empirismo o probabilidad y estadística solo da lugar a eso, dudas, interpretación... Probabilidades.
Insisto, no les digo que se entreguen al Solipsismo, pero quizá deberían.
Hasta el próximo artículo, mortales. O Cerebros...
No hay comentarios:
Publicar un comentario